Descanso para Cicinho y Woodgate

A dos pasos de la final de la Copa del Rey, el Zaragoza y el Madrid se miden en La Romareda en su mejor momento de la temporada. Con Juan Ramón López Caro en el banquillo, el Madrid ha encontrado el equilibrio suficiente para lograr siete victorias consecutivas. Su rival, el Zaragoza, se ha revelado en las últimas jornadas como un equipo explosivo en el ataque, capaz de marcar tres goles al Barcelona en la Copa y cuatro al Betis en la Liga el pasado domingo.

Hoy, el ataque zaragocista pondrá a prueba a una defensa madridista novedosa. López Caro decidió no convocar a Cicinho y Woodgate, a los que concede un descanso. Al brasileño le da un respiro tras su explosiva irrupción en el equipo; al inglés, porque sus eternos problemas musculares le impiden jugar dos partidos a la semanas. Sin ellos, Míchel Salgado y Helguera volverán a la titularidad, puesto que Mejía está lesioando. Por detrás seguirá Casillas, una vez que se ha recuperado de la lumbalgia aguda que le impidió entrenarse el pasado lunes. Su baja habría supuesto al Madrid un serio contratiempo, ya que precisamente su suplente habitual, Diego López, se encuentra lesionado.

"Ellos tienen una motivación extraordinaria. Es un equipo equilibrado, con jugadores de calidad. En el aspecto ofensivo tienen gran velocidad", dijo López Caro. "Será una eliminatoria muy difícil, pero sabemos lo que tenemos que hacer para sacar este cruce", añadió el entrenador madridista.

Su homólogo, Víctor Muñoz, prefirió no concentrar ayer al Zaragoza y darle un día de descanso. "El equipo llega al partido con la moral y las motivaciones muy altas", comentó Víctor, cauto con la buena racha de los suyos: "No es normal la efectividad mantenida en los últimos encuentros". Y cuando le preguntaron cuál sería el mejor resultado en el partido de ida de esta noche contestó que ninguno. "Ningún resultado es bueno para ir con tranquilidad al Bernabéu la próxima semana", enfatizó.

Tampoco el Madrid las tiene todas consigo. En su última aparición en una final de Copa, la de 2004, fue precisamente el Zaragoza quien le impidió levantar un trofeo que, hasta el momento, ningún jugador de la plantilla ha ganado con el escudo madridista.