La UEx estudia las propiedades del ejercicio en medio acuático en pacientes de fibromialgia
Un entrenamiento de 12 semanas resultó ser efectivo, seguro y adherente para mejorar la calidad de vida, reduciendo especialmente el dolor y los problemas emocionales de las mujeres con FM severa, además de aumentar su fuerza muscular.
Los pacientes de fibromalgia (FM) sufren dolor muscular generalizado y fatiga, acompañado a menudo de rigidez, sueño no reparador y ansiedad. Un conjunto de síntomas que reduce su calidad de vida y aumenta el uso del sistema sanitario, ya que es el segundo desorden reumatológico de consulta médica, después de la artritis reumatoide.
Para paliar estos síntomas los enfermos recurren, además de al tratamiento farmacológico, al ejercicio físico de bajo impacto mecánico: caminar, aeróbic de bajo impacto o yoga. Pero también la balneoterapia (baños de agua caliente) resulta útil para disminuir el dolor en estos pacientes. De hecho algunas terapias combinan el efecto fortificador del ejercicio físico con las propiedades del agua caliente en la relajación muscular.
Hasta ahora eran pocas las investigaciones que han estudiado los efectos del ejercicio en medio acuático en pacientes con FM. Son desconocidos los efectos del ejercicio en agua sobre la fuerza muscular en acciones dinámicas (concéntricas y excéntricas), así como los efectos sobre aspectos tan importantes como la flexibilidad o el equilibrio. Y es en este marco donde se sitúa la investigación desarrollada en la Facultad de Ciencias del Deporte por Pablo Tomás Carús, bajo la dirección del profesor Narcís Gusi Fuertes.
Para cubrir esta laguna científica este investigador utilizó una muestra de 34 mujeres con fibromialgia que distribuyó aleatoriamente en dos grupos: uno de pacientes que siguió un programa de ejercicio físico mixto (fuerza y resistencia) en piscina de agua caliente por la cintura durante 12 semanas, con tres sesiones de 60 minutos por semana; y un segundo grupo de control que no realizó ningún tipo de terapia física.
Mejoras en la calidad de vida
En cuanto a los efectos en la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) el grupo que se ejercitó en la piscina experimentó mejoras estadísticamente significativas a las 12 semanas del programa: dolor corporal (107%), rol problemas emocionales (74%), vitalidad (55%), función física (53%), función social (46%), y salud mental (38%).
Respecto a la función neuromuscular, "las grandes mejoras, a favor del grupo que se ejercitó, en la fuerza de los músculos extensores (20%) y flexores (33%) de ambas rodillas en acciones isocinéticas concéntricas a velocidades lentas (60%) puede reflejar la naturaleza específica del nuestro protocolo de ejercicio que incluyó ejercicios aeróbicos y ejercicios de fuerza", explica Carús. Además, "tras el periodo de inactividad física las mejoras obtenidas con el entrenamiento en agua caliente (33º) en la fuerza isocinética de rodilla a velocidades lentas fueron parcialmente mantenidas".
Por último, respecto a la condición física, la terapia resultó beneficiosa para mejorar el equilibrio y la capacidad funcional para subir escaleras. "Después de 12 semanas de entrenamiento el grupo de ejercicio mejoró significativamente el equilibrio en un 32%. Respecto a la capacidad funcional para subir escaleras con peso el grupo de ejercicio a las 12 semanas de entrenamiento mejoró un 8% el tiempo de subir escaleras, mientras el grupo de control (no ejercicio) empeoró un 34%. Tras el periodo de desentrenamiento (semana 24) las mejoras en condición física fueron perdidas". De ahí que este estudio recomiende a los pacientes la continuidad en el ejercicio físico, clave para preservar los cambios.
Este trabajo se divulgará en varias revistas científicas de impacto internacional. "Un primer artículo saldrá publicado el próximo febrero en la revista Arthritis & Rheumatism (ACR) considerada en la actualidad como la revista número 1 de la especialidad", señala Carús.
Colaboración con Finlandia
En esta investigación, financiada por la Consejería de Sanidad, la UEx ha trabajado con dos especialistas en función neuromuscular de Finlandia: Arja Häkkinen, del departamento de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Central de Jyväskylä, y Keijo Häkkinen, del departamento de Biología de la Actividad Física de la Universidad de Jyväskylä.
Carús y su equipo continúan trabajando en esta línea de investigación ya que, en su opinión, el ejercicio físico realizado correctamente (no sirve cualquier tipo de ejercicio) es uno de los tratamientos no farmacológicos con más beneficios sobre los síntomas de la fibromialgia. "En la actualidad estamos estudiando el coste-efectividad de diversas terapias desarrolladas en el Laboratorio de Condición Física y Calidad de Vida de la Facultad de Ciencias del Deporte", concluye.
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