La Frontera rescata sus clásicos en 'Veinte años y un día'
Veinte años después de que vencieran en el Festival de Rock Villa de Madrid, Javier Andreu, voz, composición y guitarra, y Tony Marmota, bajo, rescatan de nuevo grandes clásicos de su banda, La Frontera, en el álbum Veinte años y un día. Han elegido temas como Duelo al sol, Cielo del Sur, El límite o Judas el miserable, para, recocinándolos en el estudio, ofrecer de nuevo la cara dinámica que siempre ha tenido en directo la banda.
Andreu, fiel a la tradición dionisiaca del rock de los sesenta y los setenta, explica: "Al principio no queríamos hacer un disco. Siempre dijimos que, cuando cumpliéramos 20 años como grupo, haríamos una fiesta de ésas que duraran dos o cinco años. Al final, nos decantamos por el álbum porque pensamos que sería un bonito regalo a la gente de nuestra web, ese montón de gente que está todo el día en el foro interesándose por todo lo que hacemos. Es pues un regalo para ellos y para los que nos han seguido durante todo este tiempo".
Con una formación actual en la que destacan las presencias de Nico Álvarez y Óscar Rama a las guitarras, ambos ex componentes de los extintos Cactus Jack, La Frontera peinó su excelente repertorio para, en palabras de Andreu, escoger "aquellos temas que, junto a los emblemáticos, habían pasado un tanto desapercibidos. Es un disco atípico: todo está vuelto a tocar y regrabado para que la gente vea cuál es el sonido actual de la banda, cómo sonamos ahora".
Como en directo
"Las diferencias entre estas grabaciones y las originales son abismales", afirman. El objetivo del álbum es, pues, capturar la sonoridad y la fuerza de su directo. Por eso el disco "tiene una producción que se caracteriza por una ausencia casi absoluta del efecto reverb y porque todos los instrumentos y voces están bien presentes. Es como escucharnos en directo".
Veinte años y un día tiene, sin embargo, algunas sorpresas. En primer lugar, cuenta con tres canciones nuevas: "El peor héroe del far west, que es como me considero yo", confiesa Javier Andreu, "y Malavida y Olvida, ambas referidas a experiencias sentimentales de carácter personal". Además, otros dos colegas suman sus voces a las del grupo: Andrés Calamaro canta en Hospital del amor -tema que cuenta con un estribillo impagable: "Que tengo el corazón roto, el corazón partío y no es el de Alejandro Sanz, es el mío"- y Beber hasta recordarte y Coque Malla en Otro trago más.
Andreu tiene bien catalogados a sus seguidores: "Nuestros fans son de nuestra edad, más o menos; es gente que viene siguiéndonos desde hace muchos años; también sus hermanos pequeños y en algunos casos hasta sus hijos. También hay una nueva hornada de gente de alrededor de 20 años que nos miran como si fuéramos los Rolling Stones o algo parecido. Son gente que alucina con las auténticas bandas de rock".
Sin embargo, Javier Andreu es consciente de la poca atención que los medios de comunicación prestan ahora a la música joven: "El rock and roll está condenado a formar parte de la vida de gente especial como somos nosotros y casi es mejor así. Es algo muy riguroso en cuanto a conceptos, a poesía y energía. Es una lástima que el gran público no pueda apreciarlo, pero ahora la televisión no ofrece cosas así. Por otro lado, me siento partícipe de un pequeño y selecto grupo de gente y eso es siempre interesante".