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Reportaje:COMUNICACIÓN

El dogma de la trinidad llegó a su fin

Si sólo miramos a la pantalla parece que este año pasaron muchas cosas y algunas muy nuevas. Pero si miramos un poco más allá del televisor y de nuestras fronteras resulta que sólo ocurrió la Lógica. Y hablando de mayúsculas, el 05 pasará a la historia de nuestras costumbres porque los españoles, al cabo de medio siglo de anomalía catódica, empezaron a nombrar la bicha ("la Televisión") de manera distinta, en singular y femenino mayúsculos, pero el caso es que ya no hay manera de dramatizar como sólo aquí se dramatizó, teorizó y politizó lo que ya empezamos a pronunciar con sus verdaderos plurales: los canales, las cadenas, los programas, las audiencias, las pantallas, los consejos de administración.

¿De dónde han sacado los operadores que la más formidable máquina de mover y movilizar imágenes se va a estar quieta en el prototipo 05?
Lo lógico era que se liquidase de un plumazo aquel anómalo patio audiovisual que no encajaba con los modelos industriales equivalentes

Y cumplimos con la Lógica en el momento en el que aquí va a celebrarse el medio siglo del invento porque lo lógico era que se liquidara de un plumazo aquel muy anómalo patio audiovisual que no encajaba con los modelos industriales o posindustrales equivalentes. Hasta ahora éramos un caso televisual al que había que echar de comer aparte; nacido, amamantado, crecido y bifurcado desde el pecado original, que diría Vicent, y la lógica (de predicados) exigía que no perdiéramos más tiempo con los predicadores de la prelógica que nos repetían que aquí no cabían más televisiones, que no había publicidad suficiente para financiar aventuras que rompieran la regla del tres (una TV pública y dos de derechas), que en las viejas ondas hercianas no cabía nadie más, y sobre todo, ay, que el público todavía no estaba preparado para recibir en el hogar (el Hogar) más ofertas audiovisuales, sean analógicas, digitales, de pago, por cable, Internet, satélite, qué sé yo.

Los historiadores del medio contarán en sus crónicas futuras que hubo un 05 en que los españoles dijeron basta al dogma de la Trinidad (tres televisiones distintas y un solo mensaje verdadero), la burbuja que nos inmunizaba contra normalidad hizo plaf, aquí no pasó nada y esto se convirtió en una nueva versión del monte Olimpo, embotellada de dioses o diosecillos de usar y tirar, que emitían mensajes publicitarios por tierra, mar y aire, mutaban con pasmosa naturalidad de las mitologías analógicas a las digitales, y al final, cuando nos despegamos de la pantalla única del cuarto de estar, descubrimos que aquello tan sagrado y monotemático de "la Televisión", como pronunciaban los de la escuela de Franco y los de la Escuela de Francfort, no era más que una nueva versión del muy profano quiosco de periódicos y revistas. O sea, el año en que "la Televisión" pasó del lado de Jerusalén al de Atenas.

Pero con la llegada de dos nuevas televisiones generalistas (Cuatro y Seis), los multiplex de la Televisión Digital Terrestre, el final del periodo híbrido de la Tv de pago, la democratización acelerada del Ente monolítico, el código de autorregulación o los primeros síntomas del hartazgo de telebasura, sólo se acaba el larguísimo periodo de la anomalía catódica española y por fin ya estamos en el grado cero de la televisión. El caso, vaya por Dios, es que de aquí en adelante empieza una nueva era porque cada máquina que nace, nace con pantalla de televisión.

Les presento algunas interrogaciones que alguien comentará aquí el año que viene. ¿Cuántos sitios nuevos y nómadas existirán para ver "la Televisión" al margen del tresillo del cuarto de estar del hogar unifamiliar? ¿Contabilizarán los audímetros de Sofres el teleconsumo por móvil, Internet, el iPod o las pantallas de bolsillo que vengan? La publicidad, que sólo funciona por target, ¿seguirá financiando programas groseramente generalistas, en los que ni siquiera distinguen lo rural de lo urbano, los veinteneros de los sesentones? ¿En qué momento los descodificadores españoles del digital terrestre tendrán ranura para las tarjetas prepago, como en las cadenas italianas de Berlusconi? ¿Cuándo llegarán aquí esos aparatos TiVo que causan furor en los USA y además de eliminar la publicidad permiten el consumo a la carta? Por último, ¿de dónde han sacados mis queridos operadores que "la Televisión", que es la más formidable máquina de mover y movilizar imágenes, se va a estar quieta en el prototipo 05?

Iñaki Gabilondo, junto a sus colaboradores, en la redacción de Cuatro.
Iñaki Gabilondo, junto a sus colaboradores, en la redacción de Cuatro.RICARDO GUTIÉRREZ

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