La Ley de Bain
Según Carlos Santillana, basta con concentrar nuestra mente en algo para que esto pueda ocurrir. Basa sus predicciones en la Ley de Bain, que, en sus palabras, consiste en que "toda fijación de un pensamiento provoca una reacción neuromuscular involuntaria, automática y obligatoria". Él va a intentar usar la fuerza de su mente el próximo 31 de diciembre para que las manecillas del reloj de la Puerta del Sol se detengan durante tres minutos. Lo dijo ayer en Cada día (Antena 3) durante su emisión de la Lotería de Navidad y lo afirmó el miércoles en Noche Hache (Cuatro). El mentalista Santillana dice haber acertado en 2004 el número del Gordo del año pasado y, recientemente, el sexo y la fecha de nacimiento de la infanta Leonor. Sin embargo, no estuvo muy fino en sus recientes apariciones en televisión. No acertó en lo que le preguntaron en Cuatro, y tampoco en directo con el premio a una terminación en 7.
Se hizo larga la mañana de lotería en televisión. El programa de María Teresa Campos fue el más llevadero, porque además de Santillana tuvo como invitado a Gonzalo García Pelayo, el experto en póquer y ruleta. Sus especulaciones sobre la ley de probabilidades eran entretenidas y mantenían la atención de un público (toda España, nada menos) poseído por un unánime sentimiento, el que causa la excitante combinación de azar y dinero.
Pero para ganar a la lotería hay que comprar un billete. Para que se cumpla la Ley de Bain hay que desear con convicción y mover ficha. El miércoles por la noche se dieron dos ejemplos sobresalientes. El especial dedicado a Félix Rodríguez de la Fuente (TVE-1) y En portada (La 2), que se ocupó de la teología de la liberación, una cruzada de más de treinta años contra las causas de la pobreza. El ecologista decía que "en la vida todo es casualidad o necesidad". El teólogo Leonardo Boff, que "seguimos creyendo en lo mismo ahora, pero con menos utopía". Y García Pelayo, "las probabilidades son el reloj de la vida". Y hay quien se propone detener la medianoche.
