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Visto bueno a las cámaras que vigilarán a los transeúntes en la Plaza Mayor

Visitantes y comerciantes tienen opiniones contradictorias sobre su uso

F. Javier Barroso

Las 26 cámaras de videovigilancia que ha instalado el Ayuntamiento para reducir la delincuencia en la Plaza Mayor recibieron ayer el visto bueno de los cinco integrantes de la Comisión de Garantías de Videovigilancia, que inspeccionaron la zona. Esta comisión autorizó hace dos meses la instalación de las cámaras, pero con una serie de condiciones cuyo cumplimiento comprobó ayer. Visitantes y comerciantes tienen opiniones contradictorias sobre estos ojos electrónicos. Algunos temen verse sometidos a una vigilancia innecesaria; otros aseguran que van a seguir paseando y disfrutando de la plaza con la misma intensidad.

La Comisión de Garantías de la Videovigilancia está formada por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Javier María Casas; un representante de la Fiscalía de Madrid; el secretario general de la Delegación del Gobierno; el presidente de la Federación Madrileña de Municipios (FMM), Luis Partida, y un abogado del Estado. Todos ellos acudieron ayer a la Plaza Mayor, acompañados por el concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad del Ayuntamiento, Pedro Calvo (PP), quien les mostró dónde están instaladas las cámaras.

También visitaron el cuarto donde se reciben las imágenes, que serán grabadas durante las 24 horas del día y custodiadas por un policía municipal. De las 26 cámaras, 14 serán fijas y 12 móviles. Todas están dotadas de un sistema antivandálico para evitar que puedan ser dañadas por extraños.

"No hemos encontrado ningún fallo en la instalación y captación de imágenes. Todo lo que se había señalado por la comisión ha sido recogido por parte del Ayuntamiento de Madrid. De esta forma, ninguna cámara enfoca a domicilios particulares de la Plaza Mayor, por lo que se preserva la intimidad de los vecinos", explicó Casas.

Las cámaras entrarán en funcionamiento cuando el Ayuntamiento reciba la autorización definitiva por parte de la comisión. Será cuestión de días, según Calvo, lo que permitirá que las cámaras estén operativas durante la campaña de Navidad.

Carteles de aviso

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Muchos visitantes de la Plaza Mayor se quedaban ayer parados antes los carteles que ha instalado el Ayuntamiento de Madrid para avisar a los viandantes de que hay cámaras de grabación y de que éstas son controladas por la Policía Municipal. Las opiniones eran contrapuestas. "A mí me parece muy bien, no creo que nadie que vaya tranquilamente por la Plaza Mayor vaya a tener problemas. En Londres las tienen desde hace tiempo y no creo que la intimidad de uno quede reducida", afirmaba ayer Juanjo, un estudiante para técnico en actividades físico-deportivas. "Luego, cuando pasan las cosas, nos quejamos de que las administraciones no hagan nada", añadió su compañero Guillermo.

Un comerciante con 25 años de experiencia en la Plaza Mayor, David Sánchez, dueño de una filatelia, ve con buenos ojos la instalación de las cámaras y el consiguiente efecto disuasorio para los delincuentes. "En estos últimos años hemos visto muchas cosas. Sólo espero que con esta iniciativa se acabe con los carteristas y con los atracos", comentó.

De la misma opinión era una vecina de la plaza, Petra Merino, que rechazó que las cámaras produzcan "incomodidades". Añadió que a ella no le importa ser vista cuando va por la calle, si favorece la lucha contra la delincuencia.

Las cámaras están dotadas de un dispositivo informático que, cuando se utiliza el zum para ver algún detalle, oscurece las zonas de las viviendas para no atentar contra la intimidad de las personas. Las grabaciones se conservarán durante una semana. Pasado ese periodo, el propio sistemático de grabación las borrará automáticamente, según Calvo. "Si vemos algún delito, grabaremos un disco compacto y lo remitiremos a las autoridades judiciales", explicó el edil de Seguridad.

Las voces discrepantes también surgieron entre los visitantes de la Plaza Mayor. "Me parece mentira que no puedas caminar tranquilamente sin sentirte observado desde cualquier ángulo de la plaza. Si realmente existe tanta delincuencia como dicen, creo que habrá otras medidas para acabar con ella. ¿No pueden poner más policías?", se preguntaba Encarnación Simón, una mujer que acudió al mercadillo de Navidad.

"Lo que tampoco queda muy claro es el uso que le van a dar a esas imágenes. Si yo voy con alguien, no quiero que quede grabado. La solución será no venir a esta zona y marcharme a otras", zanjó Enrique Sánchez, un madrileño que paseaba por el céntrico recinto pese a las bajas temperaturas que hacía ayer por la mañana.

Críticas a tanto cable

"Lo que no entiendo es que, si existen cámaras inalámbricas en el mercado, tengamos que soportar la instalación de tantos cables en las paredes de un monumento nacional". Así de rotunda se mostraba ayer una vecina de la Plaza Mayor, que también se quejaba de las enormes cajas -para albergar los circuitos de distribución de la señal de las videocámaras- colocadas en algunos muros del recinto.

"Podían haber hechos rozas para empotrar los macarrones de forma que no se vieran esas enormes gomas por encima de los arcos y de las tiendas", añadió la afectada. Y recordó que los dueños de las casas de la plaza no pueden poner ni "un simple cartel de 'se vende" porque resulta antiestético. Igual ocurre si algún vecino tiende una simple toalla. "Es vergonzoso que en el siglo XXI hayan hecho semejante chapuza", concluyó.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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