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Reportaje:CINE EUROPEO

'Quiero ser como Beckham' y 'Cyrano'

EL PAÍS presenta mañana, viernes, y el próximo sábado, por 5,95 euros cada una, una comedia británica y una adaptación al cine de una pieza teatral clásica

Las dos películas que esta semana ofrece la colección Cine Europeo tienen como protagonistas a personajes que sobreviven con talento en un medio hostil. Ella es una chica hindú que quiere romper con las tradiciones familiares en Quiero ser como Beckham, la mejor comedia de 2002 según los premios británicos del año. Él es Cyrano de Bergerac, un narigudo enamorado y no correspondido que le valió a su protagonista, Gérard Depardieu, el premio al mejor actor en el festival de Cannes, así como el César del año 1990; Cyrano tuvo, además, cinco nominaciones al Oscar de Hollywood.

Quiero ser como Beckham fue presentada en el festival de Sundance donde, según Rober Ebert, "hubo películas más importantes, pero ninguna que hiciera disfrutar tanto". Es la historia de Jessminder, alias Jess, una adolescente de familia sij, que debe aprender a preparar un buen banquete indio, casarse con un buen chico indio y ayudar a la boda de su hermana mayor, cuando realmente lo que ella quiere es jugar al fútbol y meter un gol junto a Beckham. Su padre, aunque acomodado a la vida británica, sigue fiel a sus costumbres legendarias, y la madre está doblemente desinformada: no sabe nada sobre el fútbol inglés ni que su hija lo practica a escondidas.

En opinión del crítico norteamericano James Berardinelli, Quiero ser como Beckham "toca también cuestiones serias como la integración cultural... aunque sin meterse en profundidades. La película trata de la diferencia entre Oriente y Occidente y del conflicto generacional que origina, pero opta por una resolución optimista. Se trata, en fin, de una película de entretenimiento más que de mensaje". Dicho en otras palabras, esta vez de M. Torreiro, "lo social se filtra en esta astuta comedia (...); tras cuestiones de diferencias culturales y religiosas se agazapa el fantasma de las dificultades de integración de amplias minorías en un país desarrollado". En conclusión, "una propuesta inteligente para pasar un rato amable... lo que explica su desbordante éxito en las taquillas británicas".

Si la protagonista de Quiero ser como Beckham, Parminder Nagra, tiene, según Ebbert, "un luminoso atractivo", Gérard Depardieu en Cyrano de Bergerac fue aclamado unánimemente por toda la crítica. Baste para resumirlo lo que escribió Torreiro bajo el título Actor, Actor: "Es una de esas soberbias, impresionantes caracterizaciones que tal vez sólo una gran tradición teatral puede dar. En boca de Depardieu el verso llega casi a romperse en pura naturalidad, o a elevarse hasta bordear casi el genio. En sus manos, el director ha puesto todo el peso del filme. Depardieu ha respondido con un trabajo que es, sencillamente, perfecto". (Dicho sea de paso, también fue aplaudido el doblaje español de Camilo García, incluso por los enemigos del doblaje. "Mientras yo estaba escondido entre la escoria, otros subían a recibir el precio de la gloria", dice Cyrano al final de la película. Catalina Serra escribió en este periódico que eran palabras apropiadas para el trabajo de este doblador).

El guión de Jean-Claude Carrière y el director Jean-Paul Rappeneau tomó la obra en verso de Edmond Rostand con respeto pero también con libertad. Según observó Francisco Moreno en Cine para leer, "se han suprimido situaciones y personajes, se han refundido otras, y se han elaborado nuevos versos para alguna breve acción inventada: las tres horas y media que suele durar la representación de la obra han quedado reducidas a dos y cuarto (secuencias de batallas y peleas incluidas) sin que los entusiastas de la pieza puedan echar en falta nada importante".

Cyrano, poeta y espadachín, feo bravucón de nariz superlativa, está secretamente enamorado de su prima Roxana (Anne Brochet), que a su vez lo está del apuesto soldado Christian (Vincent Pérez), hombre poco curtido en letras, que solicita la ayuda de Cyrano para escribir cartas de amor, y así éste puede dar expresión a sus propios callados sentimientos. Roger Eberet aseguraba que "es una espléndida película" no sólo "por contar esta romántica historia de forma visualmente fascinante sino porque la propia película cree firmemente en lo que está contando".

Parminder Nagra (a la izquierda) y Keira Knightley, en una imagen de <i>Quiero ser como Beckham</i>, de Gurinder Chadha.
Parminder Nagra (a la izquierda) y Keira Knightley, en una imagen de Quiero ser como Beckham, de Gurinder Chadha.
Gérard Depardieu y Anna Brochet, en <i>Cyrano de Bergerac</i>, de Jean-Paul Rappeneau.
Gérard Depardieu y Anna Brochet, en Cyrano de Bergerac, de Jean-Paul Rappeneau.
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