"Ojalá superemos este límite"

La delantera del Barça firmó un partido de ensueño. Eto'o abrió el marcador, como la víspera había solicitado el técnico, Frank Rijkaard, y, después, sus compañeros se sumaron a una fiesta que supuso la octava victoria consecutiva de los azulgrana, en el último mes y medio. Con cuatro espléndidos tantos y un buen puñado de bonitas jugadas, el Barça igualaba su mejor racha desde que el técnico holandés se sienta en el banquillo. Hay que remontarse a la temporada 2003-2004 para encontrar de nuevo semejante registro. Entonces, el Barça inició la racha el 1 de febrero de 2004 ante el Albacete y la truncó, más de un mes después, en la Copa de la UEFA, en Glasgow, ante el Celtic (1-0).

Pese a lo revelador del dato, Rijkaard, como acostumbra, no le dio mayor importancia. "De momento, este ha sido el límite. Ojalá que lo superemos, para eso trabajamos", señaló el técnico. Quizá por ello, por la aparente impasividad de Rijkaard ante todo, su equipo le ofreció ayer unos cuantos argumentos ofensivos más, que suscitarían la euforia de cualquier entrenador. El Barça suma 28 goles a favor por sólo tres en contra. Y su promedio, roza los cuatro goles por partido. Además, con el estreno de Sylvinho, son ya 12 los jugadores de la plantilla que han marcado al menos un gol en partido oficial.

Ante semejante caudal ofensivo -entre Ronaldinho, Eto'o y Messi suman 34 entre todas las competiciones-, el técnico del Racing, Manuel Preciado, sólo pudo decir: "El Barça es un equipo especial, tremendo, fantástico, tiene muchísimos recursos, parece imposible echarles mano por ningún sitio". Xaxi le dio la razón: "El equipo disfruta en el campo, todos estamos en un momento de forma espléndido. Delante tenemos un talento espectacular. Somos mortales. Quien juegue marca la diferencia. Sale todo". Así que a Rijkaard no le quedó más remedio que convenir: "Hemos jugado un buen partido, hemos tenido mucha posesión de la pelota y hemos marcado cuatro goles. El equipo ha estado muy metido y con seriedad". Era lo que había solicitado de sus jugadores la víspera y, ayer, tras los elogios, insistió: "La Liga es muy larga y tenemos que seguir trabajando así, en la misma línea, siempre concentrados".

Pero los elogios estuvieron muy repartidos en el Camp Nou. Se los llevó Eto'o por su fantástico gol; Ronaldinho, por el puñado de excelentes jugadas que dejó para la grada ("Ronaldinho es único, es la razón por la que mucha gente viene a ver un partido; es algo especial en el mundo del fútbol y marca las diferencias en cualquier momento", corraboró Rijkaard sobre el brasileño) y también Messi, que se estrenó como goleador azulgrana en la Liga, con un tanto -en una jugada similar a la de Eto'o, atrapó la bola que le cedió el camerunés, se puso la portería como meta y, tras deshacerse de un defensa del Racing, se coló en el área y batió a Aouate por la izquierda-, que despertó la admiración de todos sus compañeros. "Es un placer jugar con Messi. Tengo 10 años más que él y me hace recordar a Maradona. Hace cosas que me encantan, disfruto mucho con él", señaló Deco, uno de sus grandes amigos en el vestuario. "Messi es diferente: cuando tienen el balón es como un hummer, nadie lo para", abundó Belletti. "Estoy feliz, muy feliz de vivir esto", se limitó a decir el argentino, con su habitual timidez. "Es impresionante, me agarra mucha emoción. Deco siempre habla bien de mí", señaló cuando supo de las palabras de su compañero. "Hago lo que me gusta y disfruto", concluyó.