Seis bebés nacen infectados por el virus de la rubeola tras el brote ocurrido en primavera

El brote de rubeola que sufrió la región a principios de año -el peor de la última década, con 431 afectados hasta el 31 de mayo- ha tenido como consecuencia el nacimiento de seis bebés infectados por el virus de esta enfermedad, cinco en la región y el otro en Galicia. Dos de los niños presentan secuelas en los ojos y en el corazón. La Consejería de Sanidad investiga si los otros cuatro también las sufren. Cuatro mujeres abortaron en primavera para evitar este riesgo. Sanidad recomienda a las inmigrantes embarazadas que acudan a su médico de familia para comprobar su calendario de vacunación.

El brote de rubeola registrado entre los meses de enero y junio de este año dejará secuelas de por vida a dos recién nacidos. Otros cuatro serán sometidos a pruebas durante los próximos dos años para descartar que también las sufren. Éste es el periodo de tiempo que las secuelas pueden tardar en manifestarse en niños que han sido infectados por sus madres durante el embarazo.

Sanidad recomienda a todas las mujeres, especialmente inmigrantes, que sospechen que no tienen el calendario de vacunación bien cumplimentado que acudan a su médico de familia. Todos los bebés afectados son hijos de mujeres inmigrantes, que en ocasiones no han sido bien inmunizadas en su país de origen.

La rubeola es una enfermedad infecciosa causada por un virus. En personas adultas y niños suele ser leve y sus síntomas son erupciones cutáneas, malestar y fiebre escasa. El gran riesgo es cuando afecta a una mujer embarazada: el feto puede sufrir ceguera, retraso mental o trastornos cardiacos, según Javier Gómez Marco, especialista en enfermedades infecciosas de la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria.

El primer trimestre del embarazo es el más peligroso. Si la madre sufre la rubeola en él, el riesgo de malformaciones para el feto supera el 80%. A partir de la semana 13ª del embarazo, el riesgo disminuye al 40%; al 10% a partir de la semana decimosexta, y prácticamente desaparece a partir de la semana vigésima.

En los dos últimos meses han nacido cinco niños en la región infectados por el virus de la rubeola, según confirmó ayer la Dirección General de Salud Pública de Sanidad.

Hospital de Alcalá

Uno de ellos nació en el hospital Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares. Sufre trastornos en la visión, como cataratas. "Lamentablemente, las cataratas congénitas no son tan fáciles de resolver como las de adultos", aclara Gómez Marco. "Lo habitual es que los daños también se manifiesten en la retina. Va a ser un niño con problemas oftalmológicos pese a la cirugía".

Los otros cuatro niños infectados de rubeola han nacido en el hospital Doce de Octubre. En este caso, los bebés no presentan síntomas evidentes. Gómez Marco explica que la ausencia de síntomas "puede deberse a tres motivos". "El primero es que afortunadamente hayan sido niños con mucha suerte. El segundo es que la madre pasara la rubeola a partir del cuarto mes del embarazo, cuando el riesgo de secuelas casi desaparece. Lamentablemente, hay una tercera posibilidad, y es que las secuelas sean tardías y se manifiesten más adelante con trastornos neurológicos y en su desarrollo psicomotriz", afirma Gómez Marco. "Estos niños deberán ser sometidos a pruebas durante al menos dos años para seguir su evolución", añade.

Salud Pública considera a estos niños como "sospechosos de padecer el síndrome de rubeola congénita", y confirma que serán sometidos a pruebas y análisis para descartar en el futuro la aparición de secuelas.

El sexto caso corresponde a un bebé nacido en Vigo, en la provincia de Pontevedra, y es el que peores secuelas sufre. Este caso fue conocido la semana pasada en el Congreso de la Sociedad Española de Epidemiología, celebrado en Las Palmas de Gran Canaria. En esta reunión científica, los epidemiólogos de Sanidad de Madrid presentaron sus investigaciones sobre el brote registrado en la región y una colega de Galicia les explicó que en un hospital de Vigo había nacido un bebé con secuelas cuya madre, también inmigrante, había adquirido la enfermedad en Madrid. Sanidad afirma que este caso "no está confirmado".

El brote de rubeola afectó a 431 residentes en la región entre el 1 de enero y el 31 de mayo de este año. Los colectivos más afectados fueron la población inmigrante (un 58,3% del total de casos, nueve de cada diez de ellos, latinoamericanos) y los hombres españoles mayores de 30 años (un 84% de los 180 enfermos de nacionalidad española es varón).

La mayor incidencia entre inmigrantes se explica porque muchos de ellos no han sido vacunados eficientemente en sus países de origen. Sanidad recomienda a esta población que acuda a su centro de salud para completar el calendario de vacunas.

La mayor incidencia entre los hombres españoles mayores de 30 años se debe a que en España la vacuna de la rubeola fue administrada sólo a las niñas hasta finales de los años ochenta, cuando se extendió a los niños. La rubeola en hombres no es peligrosa, pero sí pueden transmitirla a mujeres embarazadas.