Tres bombas contra civiles causan más de 50 muertos en Nueva Delhi

La capital india, Nueva Delhi, fue ayer escenario del horror cuando tres potentes bombas estallaron en cadena en dos céntricos mercados populares frecuentados por turistas y en un autobús, sembrando el terror. Los atentados causaron más de medio centenar de muertos y multitud de heridos, entre ellos numerosas mujeres y niños. El objetivo eran los civiles, en una jornada de compras ante la proximidad de las principales festividades indias, Diwali para los hindúes, y el fin del Ramadán para los musulmanes.

Los ataques se produjeron horas después de que India y Pakistán iniciaran negociaciones sobre la apertura de la frontera común en Cachemira para llevar ayuda a las víctimas del terremoto. La primera explosión ocurrió a las cinco y media de la tarde en el mercado de Paharganj, junto a la estación de ferrocarril y al barrio comercial de Connaught Place; la segunda bomba estalló media hora después en el popular mercado de Sarojini Nagar, en donde hubo al menos 39 muertos, y la tercera en un autobús en el barrio de Govindpuri.

El pánico se extendió por la ciudad cuando las autoridades ordenaron el cierre de todos los mercados en previsión de nuevos ataques terroristas. "Por favor se lo pido. Váyanse de los mercados y regresen a sus casas", clamaba por televisión el ministro del Interior, Shivraj Patil, mientras el primer ministro, Manmohan Singh, pedía calma a la población y señalaba que se trataba de un ataque terrorista coordinado.

"India ganará la batalla al terrorismo. El objeto han sido claramente los ciudadanos", añadió. El Gobierno indio ha culpado de atentados anteriores en la capital a extremistas que tienen sus bases en Pakistán. Un testigo presencial relató: "Se produjo un enorme ruido y vi a mucha gente tirada en el suelo, a un niño con el brazo amputado y el cerebro de alguien aplastado".