Puerta aporreada
El árbitro del partido reflejó en el acta una incidencia en los vestuarios. "Una vez finalizado el partido, y cuando estábamos en nuestro vestuario, fue aporreada con grandes golpes y en repetidas ocasiones la puerta", asegura el documento de Rubinos Pérez.
El vicepresidente del Betis, Ángel Martín, ofrecía una explicación en El Larguero. Martín aseguró que los dos jugadores béticos expulsados -Joaquín y Melli- querían disculparse. Según Martín, el presidente verdiblanco, Manuel Ruiz de Lopera, se limitó a notificárselo al colegiado, que se negó a abrirles.
El árbitro también detalló los motivos de las expulsiones. Por ejemplo, la de Joaquín: "Me da igual cuántas tarjetas me saques. No es penalti y no tienes razón. Puedes pitar cuánto quieras, pero no eres justo con nosotros", escribió que le dijo el extremo bético.
Rubinos suspendió el encuentro unos minutos tras alcanzar un objeto a un juez de línea. "En el minuto 72, una botella de 50 ml., semillena y cerrada con tapón, alcanzó en la pierna izquierda al asistente, sin que necesitara asistencia. En el minuto 82, de nuevo el mismo árbitro asistente fue alcanzado en el brazo por una botella de agua de 1,5 litros, no requiriendo tampoco asistencia. En el minuto 88 la cantidad de objetos, que en total superaban la cincuentena, hicieron necesario detener el partido".
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