La UCI elige nuevo presidente bajo la amenaza de un cisma

Y luego dicen algunos que el gran problema del ciclismo es el dopaje. Conozcan las andanzas de sus dirigentes.

El hotel madrileño en el que se alojan los dirigentes del ciclismo mundial y en el que hoy se celebrarán las elecciones a presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI) no es la Capilla Sixtina, pero sólo porque el techo no lo ha pintado Miguel Ángel, porque como sitio ideal para conciliábulos, forja de pactos secretos y fragua de traiciones, sus pasillos, salones enmoquetados y vestíbulos marmóreos no le andan a la zaga al salón en el que los cardenales eligen Papa. Y quizás influido por esta analogía, el director del Giro, Angelo Zomegnan, más sibilino que directo, más vaticano que milanés, decía indignado: "¡Pero es que ni el Papa elige a sus sucesor!".

Su exclamación venía a cuento porque en las elecciones para elegir a su sucesor, Hein Verbruggen desea tanto que venza su amigo irlandés Pat McQuaid que no ha dudado en convertirse prácticamente en el director de su campaña electoral, lo que, entre otras cosas, le ha valido una amonestación de la comisión ética del Comité Olímpico Internacional (COI), que se ha declarado sorprendida por lo que parecía falta de neutralidad del actual presidente de la UCI. Evidentemente Zomegnan no comparte la visión de Verbruggen sobre la llamada UCI ProTour, que es lo que en realidad está en juego en las elecciones de hoy, en las que el principal rival de McQuaid es el español Gregorio Moreno, organizador de la Vuelta a Burgos, como tampoco la comparten los organizadores de la Vuelta y el Tour. Los tres se juntaron para cenar el miércoles para hablar del peligro de inevitable cisma si hoy gana McQuaid. No fue la única cena de ánimo conspirador de la noche. En un restaurante gallego no muy lejano, ocho de los mejores equipos del ProTour forjaron un boicot a dos carreras, la París-Tours (organizada por el Tour) y el Giro de Lombardía (Giro), como método de presión para que los organizadores acepten el calendario ProTour para 2006, lo que no será el caso ya que al final hubo acuerdo.

Amenaza a la española

Quienes apenas pudieron cenar el miércoles fueron los miembros de la federación española sobre quienes pendía la amenaza de anatema de Verbruggen crecido ya que tanto una jueza de paz suiza como la comisión ética del COI habían rechazado las reclamaciones de la española, que denunciaban las, a su juicio, manipulaciones del holandés. Éste les dio de plazo hasta las siete de la mañana de ayer para retractarse de una carta en la que hacían públicas sus maniobras oretirar la candidatura de Moreno. Según fuentes de su candidatura, Moreno cuenta con 17 votos fijos de los 42 que deciden la presidencia.