España pierde con juego de ganadora

Dos bloqueos finales, dos puntos y Rusia acabó en Roma con el sueño español de agrandar su hazaña en el Campeonato de Europa. Sólo eso, unos milímetros en el último sprint, al que llegó con clara ventaja, separaron a España de aumentar su gloria. Lamentablemente es lo que suele suceder en la élite de este deporte a la que se ha vuelto a abonar con un mérito enorme una selección renqueante hasta hace muy poco. Porque España perdió con juego de ganadora, tuteando y superando en gran parte de la semifinal a uno de los equipos legendarios del voleibol mundial. Cayó por la mínima, 3-2, y firmó, pese a todo, la mejor actuación de su historia. Hoy jugará por la medalla de bronce contra Serbia o Italia, que no habían finalizado su partido al cierre de esta edición.

España obligó a Rusia a llegar al límite, al quinto set y después de dominarla hasta el punto 13, justamente a falta de los dos decisivos. No pudo dar más un grupo tan justo, que se ha armado de nuevo con el cambio de técnico, Óscar Novillo, hace sólo un mes, pero que siguió asombrando. Con los mismos mimbres prácticamente, unos cuantos jóvenes alrededor de los grandes veteranos Rafa Pascual y Miguel Ángel Falasca, el grupo empezó arrollando a Rusia en un primer set espléndido, 25-15. No sólo España defendió bien en recepción y bloqueos, sino que tuvo gran variedad en ataque, tanto en colocaciones como en remates.

El desparpajo y los nuevos ánimos siguieron en el segundo, pero llegó la primera decepción al acabar perdiéndolo, 27-25, aunque un bloqueo de Falasca y García Torres había puesto un 24-23 con punto de set en el marcador. Pero la calidad y la sangre fría rusas no sólo lograron dar la vuelta, sino que dejaron ahí groggy a España, que cedió sin remisión el tercer set, 25-12. El milagro español parecía tocar a su fin, pero no fue así. Aún quedaban fuerzas y calidad para ganar el cuarto, 25-19, y pese a empezar con errores el quinto y decisivo, en el que se empezó escapando Rusia, 5-2, pasó incluso a tener ventajas: 10-6, 12-8 y 13-10. Se rozaba el triunfo, pero el punto 13 fue fatídico y España se paró.