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Reportaje:

El 'Guantánamo' de RTVV

Crecen los barracones que albergan a los trabajadores de Canal 9 en un complejo que la dirección denomina ciudad modular

¿Guantánamo o ciudad modular? Los trabajadores de Canal Nou optan por la primera opción. La dirección, por la segunda. Sea como fuere, ambos se refieren a la sucesión de barracones, prefabricados o, en definitiva, cubículos de escasa resistencia, nula personalidad, absoluta funcionalidad y coste bajo que pueblan el complejo de Radio Televisión Valenciana.

Forman parte del paisaje que se extiende entre el flamante edificio de ocho plantas y el aparcamiento, a pesar de que se colocaron hace al menos dos años con la palabra provisional adosada, de manera similar a los barracones -"aulas prefabricadas", en expresión de la Consejería de Educación-. Poco a poco, ese singular espacio se fue convirtiendo en destino de algunos de los trabajadores de la redacción de programas.

Pero la expansión del Guantánamo de Canal 9 ha dado un paso más, esta vez en vertical. A la vuelta de las vacaciones, los trabajadores de Canal Nou han comprobado que a los prefabricados les esta creciendo un piso. Es decir: sobre la débil estructura que habitualmente sirve -no sin escándalo ni críticas incluso en televisión- para refugiar a los estudiantes de Primaria, de Secundaria e incluso de la Politécnica de Valencia mientras esperan que finalice la construcción de su centro escolar, se está instalando una primera planta colocada sobre unas vigas de hierro que protegen la estructura base.

A ella van a ir la mayoría de equipos de redacción, producción de programas y promociones. ¿Por qué? La explicación de la dirección de la cadena autonómica es que su dimensión ha crecido por encima de las capacidades que permite un edificio que está protegido y no admite ampliaciones. Las mismas fuentes aseguran que esa sucesión de prefabricados que bautizan como "ciudad modular" goza de todas las comodidades para albergar los distintos equipos humanos y cuenta con equipamientos idénticos a los del edificio principal.

La peregrinación para ir a los estudios desde los bungalós prefabricados, donde quienes hoy trabajan aseguran que aprietan de igual forma el frío y el calor, se anuncia con solución de continuidad en los próximos meses. Esa situación afectará especialmente a los espacios culturales, los de documentales, las producciones externas, las propuestas de contenido musical, las que abordan el mundo del teatro se pergeñarán para Punt Dos en los habitáculos uniformes. Hay paredes de papel de fumar, de pretendida vocación de quita y pon, que van echando raíces lenta y calladamente fuera de las nobles dependencias del edificio de la televisión publica autonómica.

A pesar de las bondades con las que la dirección de RTVV envuelve la utilización de los prefabricados, los sindicatos consideran que son dependencias inadecuadas cuya presencia se está consolidando. Además, el tamaño va creciendo en virtud de la construcción de un nuevo edificio para el que ponen en duda que tenga presupuesto una televisión pública en situación de quiebra técnica, según la Sindicatura de Cuentas.

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El último consejo de administración de RTVV del pasado mes de julio aprobó el traslado de las dependencias de Ràdio 9 en Blasco Ibáñez al complejo de Burjassot. Sin embargo, esa decisión fue un mero acuerdo que ampara la construcción del nuevo edificio en el que se ubicará Punt 2 y la radio autonómica. ¿Para cuándo? De momento, no existe memoria técnica ni presupuesto ni plazo de ejecución. Ello ha provocado las críticas de los sindicatos porque el retraso, la indefinición, favorecen la consolidación de Guantánamo como sede laboral cuasi fija, que de hecho agranda sus proporciones a capricho de la dirección del ente público autonómico.

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