Una cantera en venta

Dimitri Piterman ofreció al Athletic la gestión de la cantera del Alavés a cambio de medio millón de euros al año, oferta que fue rechazada por los rectores del club rojiblanco. La propuesta de Piterman llegó de forma personal al presidente del Athletic, Fernando Lamikiz, que la trasladó a los responsables deportivos del club que la valoraron de forma negativa por la escasa viabilidad del proyecto.

Desde la época anterior a Piterman, el Alaves ha llevado una dinámica distinta a la que defiende el Athletic en virtud de su filosofía. El segundo equipo alavesista (el Alavés B) es un compendio de futbolistas de distintas procedencias que utilizan el filial como fogueo para el primer equipo, aunque los resultados han sido escasos. Apenas un par de jugadores han llegado a la primera plantilla en los últimos años, en un club más habituado a la compraventa, algo que se ha agudizado desde que Piterman llegó a la presidencia del club.

El Athletic descartó de raíz cualquier negociación al respecto al entender que se trataba, por parte del máximo dirigente alavesista, de evitar un problema más que de proceder a una gestión de recursos futbolísticos dentro de un proyecto de cantera. De hecho, en el debú del Alavés la pasada semana ante el Barcelona sólo el central Iosu Sarriegi provenía de la cantera, una tónica habitual en el equipo de Vitoria que ha peinado otros mercados a la hora de confeccionar su plantilla profesional.

Para el Athletic era una tentación controlar una parte de la cantera de Álava, un territorio en el que ya ha intervenido a través del Aurrera de Vitoria, otro club de la capital de Euskadi, que ha figurado como equipo filial o convenido, amén de mantener buenas relaciones con otros clubes de la provincia.

La oferta de Piterman cayó en saco roto a poco de haberse producido, mientras el presidente del Alavés seguía fichando futbolistas sin pedigrí y procediendo a los trasvases habituales para que salgan unos antes de que lleguen otros.

Álava no ha sido una cantera productiva para el Athletic, aunque en su reciente historia si se han dado casos de fichajes o cesiones importantes, para el club bilbaíno. Del Deportivo Alavés llegaron, por ejemplo, al Athletic Andoni Zubizarreta o Alexanco como los últimos baluartes de un equipo que entonces sobrevivía en la dificultad antes de la gran eclosión de finales de los 90 que le llevó a Primera División y a disputar la final de la Copa de la UEFA contra el Liverpool en 2001.