Crisis por el 4 x 200

Sólo hay dos pruebas en las que España puede equipararse a las potencias de la natación: los 800 libres, gracias al talento de Erika Villaécija, y el relevo del 4 x 200 femenino. Para el relevo de Montreal, España disponía de más nadadoras de calidad que nunca. Pero el jueves, en las eliminatorias matinales, las chicas se hundieron. Según los resultados de la final, España, con sus cronos habituales, podría haber sido sexta. Acabó duodécima. Los técnicos y las nadadoras consultadas apuntan a una mala gestión de los recursos del equipo. Y señalan al director técnico, Carles Subirana, como primer responsable del fracaso. Subirana se defendió ayer: "Nadaron las cuatro mejores nadadoras de España y haré la valoración de la carrera cuando termine la competición".

Derrotadas al salir de la piscina, algunas de las nadadoras se lanzaron a hacer política. Cada una abanderó los intereses de los múltiples grupos de técnicos y directivos que hacen la guerrilla en Montreal, en el seno de la delegación. Algunas nadadoras dijeron que Subirana se dejaba influir por el vicepresidente federativo, Lluis Bestit. Otras lloraron desconsoladas y arremetieron contra el presidente, Juan Gerardo Koninckx. Y alguna echó de menos a Arantxa Ramos, la nadadora de Barakaldo.

El caso de Arantxa Ramos es sintomático. Según los registros de la federación, este año batió el récord de España de 800 y 1.500 de su edad. Acaba de cumplir 17 y su coraje competitivo se puso a prueba en el escenario más exigente. Con 16 años, en los Juegos de Atenas formó parte del relevo de 4 x 200 que quedó quinto en la final y batió el récord nacional con 8m 2,11s. Por el resultado obtenido, el Consejo Superior de Deportes, por medio del ADO, la premió con una beca de 27.000 euros. La misma que ganan Villaécija, Melissa Caballero y Tatiana Rouba. Sin embargo, a diferencia de sus tres compañeras, Arantxa no pudo defender su beca. Debió ver el hundimiento español por la tele. Carles Subirana no la convocó. En su lugar acudieron Noemí Feliz e Illune Gorbea, ambas novatas en una competición internacional.

Desde Valencia, donde se entrena, Arantxa no pudo contener la indignación. "Subirana nos ha engañado", aseguró; "dijo que iba a llevar el mejor relevo y no ha sido así. Nos hizo una eliminatoria en Almería a Noemí Feliz y a mí. Yo hice 2m 1s y Noemí 2m 3s. Si yo hubiese hecho mi marca en Montreal entrábamos en la final. Ojalá dimita. Tiene un cacao que no puede con él. En los Campeonatos de España le espera una buena. Más le vale no ir porque le voy a volver a demostrar que se equivoca".

Arantxa asegura que Subirana hace la selección según sus intereses personales y no por criterios técnicos. "No me ha llevado porque la tiene tomada con Carlos Carnero, mi entrenador ", dice. "Lo único que tiene para argumentar es que quedé sexta en Cádiz [en el Abierto de España, en mayo] por la mañana. Pero por la tarde fui quinta y nunca más hice una marca inferior a la de Noemí. En Mónaco, hice 2m 2s, Illune y Noemí 2m 4s".

Subirana argumentó su decisión: "Con sus declaraciones Arantxa Ramos manifiesta una conducta antisocial y oportunista. Las explicaciones por no estar en Montreal se las tiene que pedir a su entrenador Carlos Carneo Suárez, que la dejó abandonar entrenando sola durante el invierno. En Cádiz, en el Campeonato de España de mayo, no hizo la mínima. Ésa es la la única regla para ir convocada los Mundiales. Ella no la cumplió y ha intentado vulnerarla".