Inmobiliarias con pasaporte
Compañías grandes y medianas desembarcan en países Europa Occidental y del Este para diversificar sus actividades y reducir el riesgo de una desaceleración del mercado doméstico
Las inmobiliarias han trasladado allende las fronteras su frenética carrera de compras y fusiones de la última década. Colonial, Metrovacesa y Fadesa se han hecho con importantes grupos en Francia, mientras otras inmobiliarias han desembarcado en Europa del Este, Portugal y Marruecos.
El temor a una desaceleración del negocio doméstico, que lleva muchos años instalado en el boom inmobiliario, y la sobrecapacidad de algunos grupos tras las operaciones de concentración de los últimos años, explican en parte este nuevo fenómeno.
Las inmobiliarias afrontan dos alternativas diferentes, en cuanto a rentabilidad, riesgo y tipo de producto, en la internacionalización. La estrategia interna asumida por cada grupo, sea una mayor diversificación o una mayor especialización de actividades, inclina también el fiel de la balanza hacia una u otra opción. Quienes apuestan por dar un mayor peso en su facturación y beneficios a la actividad patrimonial, y por tanto a los ingresos recurrentes que aporta el alquiler, se inclinan, en general, por países de Europa Occidental.
La otra opción, países de Europa del Este y otras áreas extraeuropeas, ofrece rentabilidades mucho más jugosas, especialmente en las actividades puras de promoción, pero el riesgo que se asume también es mucho mayor.