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EL ESCRUTINIO DE LAS ELECCIONES GALLEGAS

Pontevedra vive hoy el recuento del voto emigrante más reñido

35.000 sufragios decidirán quién gobierna Galicia

Naiara Galarraga Gortázar

Jamás un recuento de votos de emigrantes fue tan emocionante en España como el que hoy se celebrará en la Audiencia Provincial de Pontevedra después de que, a las ocho de la mañana, Correos entregue los últimos sobres. Ésos y los 35.221 llegados hasta el sábado pasado confirmarán que el PSdeG y el BNG pueden formar Gobierno en Galicia o si el PP arrebata un escaño a los socialistas y, gracias a él, Manuel Fraga permanece en el poder. El recuento de la Audiencia de Ourense será también seguido con atención porque los socialistas no descartan adjudicarse allí un diputado popular.

33 interventores de los partidos vigilarán el escrutinio, que puede durar hasta mañana

Nadie dudaba de que las elecciones del domingo pasado eran las más reñidas que ha vivido Galicia, pero pocos pensaron que la última palabra la diría, ocho días después, un recuento que empieza hoy y quizá dure hasta mañana.

Los protagonistas son los votos de emigrantes pontevedreses que han ido llegando desde 68 países durante todo el mes a la Audiencia Provincial, donde los custodia la policía. Los entregados a las ocho de esta mañana serán los últimos que entren en el escrutinio. Por eso Correos tiene listo un transporte especial para trasladar a Galicia aquellos que no lleguen a tiempo para volar en el avión que anoche llevó a Santiago los recibidos en Barajas el sábado y ayer. La mayoría ha llegado a la Audiencia de Pontevedra, como a las de las otras tres provincias, a través de Correos, y una minoría, que fue depositada en embajadas y consulados, por valija diplomática.

El proceso de escrutinio es laborioso y los partidos lo vigilarán al milímetro porque está en juego quién forma Gobierno en Galicia. Desde el 19-J y según los resultados provisionales de la noche electoral, los 25 parlamentarios del PSdeG y los 13 del BNG suman la cifra soñada de 38, la mayoría absoluta. El PP, con 37, se quedó a las puertas.

Pero los socialistas ganaron su último escaño en Pontevedra por escaso margen. Los populares se lo arrebatarían si en el escrutinio de hoy sacan una diferencia al PSdeG de 8.166 votos y 1,375 sufragios por cada uno más que logren los socialistas. Todos pelearán cada papeleta.

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Los partidos llevan toda la semana echando cuentas y haciendo simulaciones de los posibles escenarios. Los populares saben que es difícil, pero insisten en que es posible. Los socialistas, en cambio, aseguran que el escrutinio de Pontevedra "no cambiará una coma"; además, albergan esperanzas de rascarle un escaño al PP en Ourense. El PSdeG necesita lograr allí 3.581 sufragios y 0,625 por cada voto más de los populares. Los populares no temen que este escaño baile y tienen los ojos puestos en Pontevedra.

El recuento pontevedrés se espera tan reñido que el presidente de la Junta Electoral, el juez Antonio Berangüa, se reunió con representantes de los tres partidos para acordar las reglas. En la sala del conteo de Pontevedra estarán los siete miembros de la Junta Electoral, 33 interventores -cada partido envía uno a cada una de las 11 mesas- y los 31 funcionarios que abrirán los sobres y contarán las papeletas de los pontevedreses del exterior, como hacen en todos los comicios. Los apoderados de los partidos podrán entrar, pero no quedarse, en la sala. Ningún escrutinio del voto del extranjero es público.

La delegación del PSdeG la encabezará su secretario de organización, Ricardo Varela, y será similar a la de otras ocasiones; la del PP no, la liderará Federico Trillo, presidente del Comité de Derechos y Garantías del partido y ex ministro de Defensa. Dirigentes populares y socialistas estarán muy pendientes del conteo desde las sedes de sus partidos, ubicadas cerca de la Audiencia.

Aunque una máquina agilizará la apertura de los sobres, el proceso es largo porque hay que comprobar que cada uno incluye el correspondiente certificado de inscripción en el CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes), que se lee con un lector óptico, y que fue entregado dentro del plazo (el matasellos del pasado día 18 es el último admisible). Los sufragios válidos son introducidos en las urnas. El recuento empieza cuando todas estén depositadas y los resultados sólo serán difundidos cuando acabe.

Los votos que los partidos consideren dudosos serán apartados para que la Junta Electoral los examine, escuche las alegaciones de los partidos y decida si entran en la urna o no.

Además, en estas elecciones los votos de la emigración son más que nunca. Su participación ha aumentado del 25% al 41,2%. Uno de los motivos de este incremento es que el Parlamento autónomo reformó la ley electoral gallega para aumentar el plazo de recepción de los votos de los electores que viven en el extranjero (un 12% del total). En esta ocasión el escrutinio es el octavo día después de las elecciones; antes era el tercer día. Y es que en los comicios autonómicos de 2001, unos 12.000 votos de toda Galicia no fueron recontados al llegar fuera de plazo.

Los tres candidatos -Fraga, el socialista Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, del BNG- cruzaron el Atlántico para hacer campaña. Los emigrantes pueden decidir las elecciones. Los de Pontevedra tienen la palabra.

Una vez concluido el escrutinio del voto del exterior, los partidos tienen 24 horas para presentar reclamaciones.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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