UN PLAYAZO FAMILIAR

LA BARROSA (Chiclana de la Frontera, Cádiz)

En verano, la nacional 340, en su acceso a la playa de La Barrosa, se convierte en una caravana de veraneantes deseosos de clavar la sombrilla. Una vez superado el trance, se llega a una de las playas más impresionantes del litoral gaditano: ocho kilómetros de arena fina por el que dar paseos de horas, con una anchura media de 60 metros. El extremo norte del arenal lo delimita la torre del Puerco. El sur, el islote de Sancti-Petri (a unos 30 kilómetros en coche desde la ciudad de Cádiz), con su enigmático castillo en ruinas que se divisa desde toda la playa.

Los atardeceres son insuperables en verano, cuando el sol se sumerge en el mar detrás del castillo. En La Barrosa ondea la bandera azul desde que se instituyó este galardón europeo para las playas limpias. Y en los últimos 10 años su revolución urbanística ha sido espectacular (y, para la gente concienciada por el deterioro del litoral, preocupante). Hoy es la playa con más plazas hoteleras de ese tramo costero (desde hostales hasta colosos de cinco estrellas), tiene una concurrida urbanización (Novo Sancti Petri), instalaciones de golf, centros comerciales, bares, cibercafés... Y plataformas de acceso para minusválidos, duchas y puesto de la Cruz Roja. Hay comunicación diaria de autobuses con Chiclana y San Fernando, y un cámping (La Rana Verde). A pesar del boom, La Barrosa se las apaña para mantener su encanto gracias a sus bosques de pinos piñoneros, sus dunas vírgenes y un estupendo carril bici. Por supuesto, también colaboran en el influjo los chiringuitos donde disfrutar del pescadito frito de la zona, el marisco (no se pierdan los carabineros a la plancha de El Manguita) y las típicas tortitas de camarones.

Sin duda, una playa estupenda para pasar las vacaciones en familia. Si el levante lo permite.

- Información turística de Chiclana

(956 49 72 34; www.chiclana.es).