El aluvión de la Penya bloquea al Madrid

En diez minutos, el DKV Joventut dejó al Real Madrid a la altura del betún y el partido visto para sentencia. Fue un repaso en toda la regla el que le infligió el Joventut a un rival que se quedó patitieso ante el aluvión de canastas de todos los colores que tuvo que tragarse. En eliminatorias a cinco partidos, es difícil saber hasta que punto diez minutos del segundo conllevan efectos secundarios graves. Máxime cuando por enmedio anda el DKV, un equipo irregular donde los haya. Pero el Madrid y Bozidar Maljkovic tienen fundadas razones para estar preocupados por el cariz que está tomando la eliminatoria.

A saber, ganó por los pelos el primer encuentro en el que tuvo que remontar hasta diez puntos en los instantes finales y ayer se quedó seco, sin ninguna capacidad de respuesta, cuando el Joventut, además de hacer valer su innegable superioridad en el interior de la zona -¡qué desconocido está Reyes en el Madrid!-, sacó triples en posiciones muy ventajosas y contragolpes mortales que descerrajaron la defensa madridista. Una defensa endeble, falta de convicción y permisiva. Ello, unido al arreón que propició la aparición de algunos secundarios en el Joventut, léase Gurovic, Rooks o Marcelinho, plasmó un parcial de 34-12 en ese decisivo segundo cuarto. Y ello, a pesar de que fue entonces cuando se lesionó Rudy Fernández. La perla de la Penya sufrió un esguince en el tobillo que en principio no parece que le vaya a impedir jugar los partidos que restan.

El Madrid careció de respuesta. Se fue con un raquítico 20% de acierto en los triples (3 aciertos sobre 15 intentos) y una actuación deplorable en todas las líneas. Sólo al final maquilló un resultado que pudo haber sido demoledor. Ahora habrá que ver hasta qué punto la superioridad que demostró el DKV puede haber hecho mella en el Madrid.