Nuevo gobernador de la ínsula Barataria
"Donde se cuenta el asombroso suceso del nombramiento de gobernador de la ínsula Barataria al muy insigne don Marcelino Iglesias en su fausta visita en fecha y honor del 8 de mayo de 2005, en las festividades del santo Gregorio". Siguiendo el texto cervantino, Antonio Ríos, alcalde la localidad zaragozana de Alcalá de Ebro, le nombraba gobernador, y le entregaba vara de mando al presidente de Aragón. Lo hizo en la ínsula, la que se asoma al Ebro, junto a una estatua de Sancho Panza, el lugar que inmortalizó Cervantes en el capítulo en el que se nombra a Sancho gobernador. "Entrego con honor, sin pleitesía, con orgullo y sin dolor al muy hidalgo señor Marcelino Iglesias Ricou la vara de mando de esta ínsula que fue uno de los mejores lugares que el duque tenía y sigue siendo flor y nata de las tierras de Aragón". La localidad, de trescientos habitantes, rendía homenaje al IV centenario del Quijote restableciendo el título, y el presidente de Aragón alabó la imaginación del pueblo pegado al río y reivindicó el sueño democrático de Miguel de Cervantes. Recordaba Iglesias que a Sancho la aristocracia le nombró gobernador para reírse de sus presumibles escasas aptitudes. Pero Iglesias recordó que Cervantes, doscientos años antes de los teóricos de la democracia, fue pionero en defenderla y ya aseveraba, recordando las palabras de El Quijote, "Mira, Sancho, la sangre se hereda y la virtud se conquista y la virtud vale por si sola lo que la sangre no vale". Sancho, dijo Iglesias, no le dejó en mal lugar, porque su gobierno fue un ejemplo de honradez y de voluntad para mejorar las condiciones de su convecinos. En Alcalá hay más actividades programadas: cursos de caligrafía cervantina -de itálica y cancillerosa- y la apertura, por primera vez, a partir del día 22 de este mes, del palacio de Villahermosa a las visitas.-
