Benítez se impone a Mourinho en el duelo de banquillos

"Si antes del partido me hubiesen preguntado si el empate a cero era un buen resultado hubiera contestado que sí". Como ante el Juventus de Fabio Capello, Rafa Benítez volvió ayer a ganar la batalla táctica y situó a su equipo ante el mejor de los escenarios: jugarse el pase a la final de la Copa de Europa en su campo de Anfield. "Tenemos que aprovechar sus dos o tres puntos débiles en nuestro estadio. Aunque jugaremos ante un gran equipo, contra el que siempre hay que estar atentos, debemos confiar en nuestras posibilidades", dijo Benítez tras el partido. "Ellos han jugado muy bien al contraataque y saliendo en velocidad, pero hemos estado muy concentrados y hemos hecho un gran trabajo defensivo".

En el bando contrario, el portugués José Mourinho, entrenador del Chelsea, no ocultaba su decepción. "Hemos luchado para conseguir un resultado diferente, para ganar", dijo. "Como poco deberíamos haber marcado un gol, pero para unas semifinales de la Copa de Europa es un buen resultado". Aunque el equipo londinense, según su entrenador, mantiene la moral alta. "El partido de Liverpool decidirá el futuro y a mí me encantan este tipo de situaciones", avisó. "Creo que podemos marcar allí y que podemos ganar. Ellos han defendido bien y, de vez en cuando, han perdido el tiempo, pero eso forma parte del juego. Han venido a buscar el 0-0".

Tras perder los tres partidos que le habían enfrentado al Chelsea esta temporada, el Liverpool consiguió por fin arrancar un empate en Stamford Bridge.

Pero sus jugadores no estaban contentos.

"No vinimos aquí para empatar, queríamos marcar, pero es un estadio difícil", dijo el centrocampista Gerrard, quien lamentó que el español Xabi Alonso se pierda el encuentro de vuelta tras ser amonestado con tarjeta amarilla por una entrada a Gudjohnsen. "Es un golpe muy duro. Él consigue que juguemos bien porque es un magnífico pasador". A sus quejas se unió Benítez: "Ni le tocó", dijo el técnico español.

Quien sí estará en Anfield será Luis García, a quien John Terry dejó los tacos marcados en su tobillo. "El pisotón fue con mala fe, pero ahora queda otro pasito para la final. Podemos dar la sorpresa", explicó el extremo español. "El Chelsea parece un correcalles, atacan y defienden todos a la vez, pero hemos trabajado bien y hemos cumplido el objetivo de mantener la portería a cero".