Estalla el 'fenómeno Alonso'

Todo ha cambiado para Fernando Alonso. No en cuatro días; no por su triunfo en el circuito de Imola el pasado domingo, sino porque su tercera victoria consecutiva en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, que concluyó con un duelo titánico con el kaiser Michael Schumacher, confirmó lo que ya había apuntado en 2003 cuando logró la primera, en el Gran Premio de Hungría. Entonces se descubrió a una auténtica promesa. Ahora ya se sabe que el español ha revolucionado el Gran Circo, que se ha convertido en el más probable relevo del heptacampeón mundial y que apunta directamente hacia su primer título.

Nada puede ser igual para él. El año pasado ya dio un salto de calidad en todos los sentidos cuando Renault puso en sus manos un coche que empezaba a ser competitivo. Luchó contra los mejores en muchas ocasiones, totalizó cuatro podios y concluyó en el cuarto puesto de la clasificación. Su imagen comenzó a dar vueltas por todo el mundo y su sueldo fue subiendo en la misma medida que se iba confirmando como el gran piloto que es. Sus contratos publicitarios llenaron los pocos huecos que le quedaban en su mono y sus ingresos anuales se calculaban en unos ocho millones de euros.

Tras su victoria en Imola, el asturiano viajó a Silverstone para rodar un nuevo anuncio

Su entorno quiere evitarle a toda costa "la locura" que sufrió Schumi al lograr su primer título

Sin embargo, los recientes éxitos de Alonso han provocado todo un aluvión de ofertas, de demandas publicitarias, de entrevistas televisivas, radiofónicas o escritas, y han multiplicado también su caché. Se especula con que en estos momentos sus ganancias se sitúan alrededor de los 12 millones de euros, seis de los cuales proceden del equipo Renault y el resto de sus patrocinadores personales.

En ese plano, Alonso se ha mantenido fiel a LeasePlan, una multinacional del renting que está con él desde que corría en la Fórmula Nissan. Pero ha incorprado la firma de relojes suizos Sandoz, que, recientemente, amplió su contrato hasta 2007 y que le ha duplicado sus emolumentos. Asimismo, sigue con Telefónica, de la que percibe un millón de euros; con PSG, que realiza promociones inmobiliarias en Madrid; con Hero, empresa de alimentación de la que promociona las barritas energéticas, y desde hace poco con Mutua Madrileña. En su mono aparecen también, lógicamente, todos los logos de los sponsors del equipo Renault: Elf, Michelin, Guru, Mild Seven, I-mode, Alpinestar y Hanjin, entre otros.

"Está claro que las cosas han cambiado", asegura Luis García Abad, agente de Alonso; "sólo para atender las llamadas que recibimos diariamente te vuelves loco. Lo que intentamos es protegerle un poco porque él debe estar centrado completamente en las carreras". García Abad confiesa que en un solo día puede llegar a recibir 236 llamadas en su móvil. "Las conté", confiesa. La imagen de Alonso aparece ya con asiduidad en las pantallas de televisión en diversos anuncios. Ayer mismo estaba en Silverstone filmando uno para Telefónica.

La situación se desbordó en Asturias, donde, tras su victoria en Malaisia, los padres de Alonso quedaron aterrados al ver a un amplio grupo de fotógrafos instalados frente a su casa amenazando la intimidad familiar. En unos entrenamientos realizados en el circuito barcelonés de Montmeló, por otra parte, un acto de Alonso en el paddock fue seguido por más de un centenar de personas "que se metieron hasta en la cocina del motorhome en busca de un autógrafo", según uno de los miembros de su escudería.

Alonso se ha convertido ya en un personaje público de los más seguidos y en uno de los mejores reclamos publicitarios para cualquier agencia. Es probablemente el deportista español más conocido. "La verdad es que le reconocen en todas partes", cuenta García Abad; "incluso en Suiza [fueron a ese país para la presentación mundial del nuevo reloj Sandoz], donde la gente es tan respetuosa, le salieron al paso y le pararon varias veces para felicitarle".

El fenómeno Alonso ha estallado. Es ya el segundo deportista español mejor pagado del momento, superado sólo por el baloncestista Pau Gasol, que juega en la NBA y percibe 12 millones de euros sólo de su equipo, los Grizzlies de Memphis, y que cuenta además con varios contratos publicitarios. Y está muy por encima del futbolista Raúl, del Madrid, que firmó hasta 2010 por más de seis millones anuales.

Sin embargo, la estrella de Alonso sigue creciendo con fuerza y, si lograse el título mundial, su sueldo en Renault podría doblarse y ser parejo al de Ralf Schumacher en Toyota: 12 millones. Eso sí, el asturiano seguirá estando lejos de Michael Schumacher, que ingresa 49,7 millones anuales. El alemán ocupa el segundo puesto en la clasificación anual de deportistas mejor pagados de la revista Forbes, por detrás del golfista estadounidense Tiger Woods, con 55,8 millones.

Pero la mayor preocupación del entorno de Alonso no es seguir aumentado sus ingresos, sino que pueda mantener una buena calidad de vida. "Lo que debemos evitar a toda costa es que le ocurra lo mismo que a Michael cuando ganó sus dos títulos mundiales con Benetton", explican que repite Flavio Briatore, entonces director de Benetton y ahora de Renault; "la locura fue tal que tuvo que marcharse de Alemania e irse a vivir a Suiza".