_
_
_
_
Crítica:LA MAESTRANZA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La casta impone respeto

Antonio Lorca

A los novillos de Fuente Ymbro le dieron leña en varas. Normal, por otra parte, porque son escastados y poderosos, y, amigo, la casta impone respeto. Sólo el sexto claudicó las manos a la salida del caballo, pero el resto hizo una pelea propia de toros fieros y con fortaleza en los riñones. Con más o menos fijeza, los cinco dejaron alto el pabellón de su encaste. Casi todos persiguieron en banderillas y llegaron a la muleta con las asperezas propias de la casta del toro: la mayoría, con escaso recorrido y un punto de sosería, quizá a causa de la paliza del picador.

En suma, los toros no aburrieron; por el contrario, su juego fue muy variado y llegaron dispuestos a ofrecer espectáculo.

F. Ymbro/Morenito, López, Preciado

Novillos de Fuente Ymbro, bien presentados, encastados y de juego desigual. Morenito de Aranda: silencio en su lote. Ismael López: silencio en ambos. Tomás Preciado: silencio en su lote. Plaza de la Maestranza. 24 de abril. Novillada de abono. Más de media entrada.

Pero no hubo tal cosa. Fue un festejo anodino y tedioso. Los novilleros no estuvieron a la altura de las circunstancias. Quizá, es que son muy novatos -López y Preciado se presentaban en la Maestranza-; quizá, es que no están acomodados a la casta, o, quizá, por qué no, es que no dan más de sí. El tiempo dirá. De momento, ninguno de los tres escuchó ni una mala ovación, lo cual debe entenderse como reprimenda suficiente. Dieron muchos pases, miles, y de toda índole y condición, pero hay que hacer un serio esfuerzo de memoria para recordar alguno.

Morenito de Aranda quitó por una ceñidas gaoneras a su primero, y trazó, después, una tanda de redondos estimables. Recibió al segundo de rodillas en la puerta de chiqueros y lo lanceó a la verónica con gusto; aún tuvo tiempo de pintar un par de naturales de cierta hondura. Su lote le ayudó poco, es la verdad, y él se mostró como el más avezado de la terna.

Tiene un valor seco Ismael López, pero para ser torero hace falta algo más. Por ejemplo, colocarse en el sitio adecuado, y eso aún no lo ha aprendido este novillero. Parece que ha elegido el camino de la modernidad, y debe asimilar con urgencia que hay nada más aburrido que el torero moderno. Fuera de cacho, acelerado, sin cruzarse, su primero lo desbordó en todos los terrenos, aunque terminó con unas manoletinas muy ajustadas. En el quinto, que no dejó de escarbar durante toda su lidia, consiguió una buena tanda de redondos, y se puso pesadísimo con cientos de pases vulgares.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Tampoco se coloca bien Tomás Preciado. Soso y rajado era su primero, pero al hilo del pitón no es posible el toreo. No se cruzó en el último de la tarde, y su trasteo resultó destemplado y muy desigual. No es posible emocionar con un toreo rectilíneo, que es la máxima expresión de la vulgaridad.

Silencios para todos ante toros que exigían agallas, técnica y conocimiento. Ciertamente, era una prueba de fuego y los tres la han suspendido.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_