"Algún día volveré a disfrutar"
A punto de concluir la fase regular de la NBA, Raúl López contempla el desastroso periplo con el que Utah cerrará la presente temporada. Una vez más, ni siquiera de eso puede participar. A sus 24 años, el base de Vic (Barcelona) acomete su enésima recuperación. Después de dos roturas de ligamentos en la rodilla derecha en dos años (2001 y 2002), el catalán concluye su tercer curso en la NBA con una nueva lesión, esta vez, en la rodilla supuestamente buena, la izquierda. Operado por el doctor Cugat en marzo, advierte cuánto le irrita que sus conversaciones giren en torno a la fragilidad de sus rótulas.
Pregunta. ¿Cómo lleva que siempre le pregunten por las rodillas?
Respuesta. Es normal, porque es lo más fácil. Y ya está, aprendes a poner el chip y dices lo que tienes que decir mientras piensas lo menos posible en la lesión y sí en recuperarte lo antes posible. Es lo que hay.
"Lo único que sé hacer es jugar al baloncesto, así que no se me pasa por la cabeza dejarlo"
P. ¿Le sorprendió que chascara la rodilla buena?
R. Esto no va de rodillas buenas ni malas, sino de lesiones. Hombre, me gustaría no tener que hablar nunca de ellas, pero ¿qué le voy a hacer? ¿Darme una patada en los huevos porque me he lesionado la buena? Supongo que si hubiera sido el tobillo no pasaría nada pero al ser la rodilla... pero una y otra vez es la rodilla, la rodilla y la rodilla. Y estoy harto.
P. ¿Qué es lo primero que pensó cuando empezó a sentir molestias?
R. No sé. Primero, piensas en qué puede ser. No crees que sea algo serio porque ya has tenido cosas más graves...
P. ¿Pero no se asustó con la experiencia negativa que tiene?
R. No, asustarme no, pero sí sentí preocupación. Pensé: ¡no puede ser que me vuelva a pasar algo así!
P. Y después, cuando le confirmaron que era más grave de lo que parecía y que tenía que pasar de nuevo por quirófano.
R. Al principio es un poco difícil porque, en el fondo, siempre tienes la esperanza de que no sea nada. Pero después se asume y, una vez asumido, sólo te queda empezar a pensar en recuperarte. Eso es lo que te mantiene vivo. No he estado demasiado tiempo triste o afectado. Es la gente la que te pregunta cada día y te mira con aquella cara de... ¿cómo estás? Y tú: 'no, si estoy bien, si no pasa nada, sé que me recuperaré'.
P. El club ha permitido que le operasen otras manos y que iniciara su recuperación en España.
R. Bueno, pocos jugadores se operan allí con los médicos del club. Cuando expuse mi caso, que me apetecía ir a España porque iba a estar más a gusto, porque iba a recuperarme incluso mejor, lo entendieron y no pusieron problemas. Y así es.
P. ¿Se ha marcado plazos?
R. Sólo si de aquí a seis meses no puedo correr, estaré preocupado. Como no tengo ninguna obligación con mi equipo, puedo tomarme el tiempo necesario para recuperarme al 100%. Estoy empezando en la piscina, para volver a andar otra vez sin molestias, y también practico ejercicios manuales para fortalecer los cuádriceps. Son pequeñas cosas y a uno le gustaría estar haciendo otras, pero es lo que hay.
P. Por culpa de una lesión debutó en la NBA más tarde de lo esperado. El papel era exagerado: hacer olvidar a Stockton.
R. Esto es lo que le gusta un poco a la gente, poner etiquetas. Y como se acababa de retirar Stockton... Pero de cualquiera que llegara dirían que era su sucesor, porque desde Puerto Rico decían que era Carlos Arroyo. Yo creo que los Jazz estaban buscando un buen jugador, a lo mejor pensando en un perfil concreto por suplir a quien iba a suplir, nada más.
P. Tanta lesión seguida ¿no le ha hecho pensar alguna vez en dejarlo todo?
R. No porque es la única cosa que sé hacer y no siempre. ¿Qué haría, dejar el baloncesto? No, la verdad es que no, aunque claro que hay días que lo enviarías todo a tomar por saco y no sólo el baloncesto. Pero esto es a lo que me dedico, con lo que me gano la vida y, en definitiva, lo que me gusta y me hace feliz. Tal y como está la medicina hoy en día, dudo mucho que por una lesión tenga que dejarlo.
P. ¿Nunca ha recurrido a la ayuda psicológica?
R. No.
P. ¿Alguna vez le han dicho si tiene algo en las rodillas que le hace ser más propenso a lesionarse?
R. Si lo tuviese, espero que no me lo digan. Quiero pensar que son cosas que pasan y ya está; que no es que esté mal hecho, aunque ya sé que mi parte débil son las rodillas.
P. Pero cada vez que parece integrado en el equipo, le sobreviene una lesión que le obliga a parar durante tiempo y empezar de nuevo. ¿No se cansa?
R. Sí, es cierto que estoy pasando por una etapa que casi paso más tiempo recuperándome que jugando a baloncesto, pero quiero pensar que eso se acabará y que algún día disfrutaré de nuevo del baloncesto sin que pase nada.
P. Parecía que en ese proceso de sentirse bien y disfrutar estaba justo cuando se lesionó.
R. Sí, entrenaba bien, el técnico me daba más minutos y el juego iba viniendo. Pero ya sólo recuerdo eso cuando me lo piden. Mi trabajo ahora es recuperarme y tampoco quiero pensar: ¡qué mala suerte, siempre que juego bien me pasa algo!
P. Para colmo, Kirilenko se ha roto la muñeca.
R. Sí, por eso digo que ha sido un año atípico, hemos tenido demasiadas lesiones, nada nos sale bien. Cuando entras una dinámica así en una liga tan difícil y con tantos partidos es complicado sacar algo positivo. Pero forma parte del juego: a veces ganas y a veces pierdes.
P. Este año será un infierno, pero el pasado no se perdió ninguno de los 82 partidos de la fase regular.
R. Fue un buen año, pero el pasado pertenece al pasado, no quiero pensar que éste haya sido una mierda. Simplemente hay que aceptarlo. No trabajo de cara a la galería, lo que quiero es recuperarme y volver a jugar al baloncesto. Merece la pena hacer el máximo esfuerzo para volver a hacer todas las cosas que más te gustan. Dentro de que no quería estar en esta situación, porque nadie quiere estar lesionado, tengo que darlo todo para regresar.
P. Fuera de la fase final, los objetivos de Utah no se han cumplido.
R. No. Nos marcamos unos objetivos bastante altos a principio de temporada porque el equipo apuntaba alto y ha sido todo lo contrario: nos convertido en uno de los peores equipos de la Liga.
P. ¿El Europeo de Belgrado le espera en septiembre?
R. Me parecería una falta de respeto que yo dijese 'si estoy bien quiero ir a la selección'. No, primero hay un seleccionador que selecciona, luego hay otros bases que están jugando bien y que piensan que tienen un sitio, y luego, pues estoy yo, porque no voy a saber cómo voy a estar dentro de tres o cuatro meses. Si mi rodilla estuviera bien, y si el seleccionador creyera que puedo aportar cosas al equipo, pues encantado.
P. Cuando le ficharon aseguró que era por su cabeza, no por su físico.
R. Lo diría, pero no porque me crea más inteligente que el resto. Sin tener un físico privilegiado, es un logro venir a jugar a la NBA. Entiendo el juego y no me hace falta jugar muy físico para aportar cosas al equipo, esa es la lectura que le daría a esa frase. Porque nunca he anotado muchos puntos ni he tenido unas estadísticas muy buenas, pero siempre he aportado cosas al equipo.
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