Más 5.000 alumnos se manifiestan contra el cambio de calendario la Universidad de Salamanca
Más de 5.000 alumnos, según fuentes de la Policía Local, se manifestaron ayer en Salamanca contra el nuevo calendario académico aprobado por el Consejo de Gobierno de la Universidad de Salamanca (USAL) el pasado 24 de febrero sin contar con los representantes estudiantiles.
Precedidos por una pancarta con el lema "No al calendario escolar", los estudiantes iniciaron su periplo en el Campus Miguel de Unamuno recorriendo varias calles del centro de la capital hasta llegar al Patio de Escuelas donde se encuentra la sede del Rectorado de la institución académica salmantina.
Según lo aprobado, el calendario escolar arrancaría el 19 de septiembre, día de inauguración, y las clases comenzarán al día siguiente, mientras que los exámenes del primer cuatrimestre se concentrarán del 9 enero al 11 de febrero, y los finales, del 29 de mayo al 24 de junio.
Además, la convocatoria extraordinaria del primer cuatrimestre tendría lugar entre el 3 y el 15 de julio y la de septiembre, del 1 a 13 de ese mes.
Frente al Rectorado, el presidente del Consejo de Asociaciones de Estudiantes de la USAL, Juan Jacobo Cardalliaguet, leyó un manifiesto que fue aplaudido por los presentes, quienes entonaban cánticos y consignas contra el rector, Enrique Battaner, y su equipo.
Los estudiantes rechazan "tajantemente", según el comunicado, el proceso que ha seguido la aprobación del calendario académico para el curso 2005-2006 a la vez que exigieron al Consejo de Gobierno universitario que "anule la ejecución de los acuerdos tomados el pasado 24 de febrero".
Una anulación que los alumnos consideran "fundamental para comenzar un debate interno por el que sean consultados todos los sectores y se adopte un calendario aceptado y consensuado por todos", añadió Cardalliaguet.
Así, agregó que Battaner "debe ser un rector para todos los miembros de la comunidad universitaria y no está siendo así", ya que el Consejo de Asociaciones de Estudiantes en boca de su presidente considera que "se están anteponiendo intereses personales a lo que debería ser un trabajo de servicio para la mejora de la Universidad".
