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CIENCIA

Los científicos se organizan para lograr en Internet el libre acceso a sus publicaciones

La paradoja es que para conocer los resultados de las investigaciones científicas pagadas con dinero público hay que suscribirse a revistas privadas - Los parlamentos de EE UU y el Reino Unido apoyan el acceso libre en la Red

Publica o muere. La vida de un científico gira en torno a la publicación de sus resultados en revistas especializadas, un modelo de difusión del conocimiento con tres siglos y medio de antigüedad contra el que los científicos se han revelado tras el despliegue de Internet.

La reclamación hecha desde diferentes instituciones públicas, asociaciones o laboratorios es sencilla: que los contenidos de las revistas especializadas sean de acceso gratuito en la Red y que se puedan leer y distribuir libremente. El argumento que esgrimen es también simple: no es aceptable que las mismas instituciones que producen los trabajos científicos deban pagar a editoriales privadas por acceder a ellos, más aún cuando los resultados de las investigaciones se logran (en su gran mayoría) gracias a dinero público.

Suena una vez más el discurso de los contenidos gratis en Internet, pero en el caso de las publicaciones científicas existen notables diferencias con otros ámbitos. El modelo editorial del mundo académico tiene sus particularidades. Las casas editoras han fundamentado su modelo de negocio en el pago por suscripciones. Instituciones, laboratorios y centros de investigación pueden pagar unos 1.500 euros por la suscripción a una revista, aunque en ocasiones llega a 22.000 euros, como sucede con Brain Research.

"Es escandaloso que el conocimiento esté cayendo en manos privadas". Critica la situación actual Antonio Lafuente, científico del CSIC, y apunta a dos grandes problemas: "Uno de tipo económico, derivado de lo caras que resultan las suscripciones", el otro es "una cuestión ética y política, porque no puede ser que los mismos científicos e instituciones que elaboran un trabajo con recursos públicos tengan que pagar por leerlos después".

Los parlamentos de EE UU y el Reino Unido han debatido este tema y han manifestado con más o menos tibieza su apoyo a propuestas que persiguen que los resultados de investigaciones realizadas con dinero público sean abiertos.

Esta polémica por las publicaciones científicas coincide con el Año de la Física, celebración auspiciada por la ONU con ocasión del centenario de la teoría de la relatividad. Aquí sí que Internet lo publica todo, o casi todo. Hasta la investigación (FBI) sobre el investigador (Einstein).

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