Max Schmeling, una leyenda del cuadrilátero
Si alguien merece con justicia el calificativo de legendario, Max Schmeling, el ex campeón mundial de los pesos pesados enterrado ayer en Hamburgo, es sin duda uno de ellos. Periodistas deportivos lo eligieron como el deportista alemán más grande de todos los tiempos. Al conocerse ayer su muerte, cuando ya un puñado de amigos lo habían enterrado, el canciller alemán, Gerhard Schröder, lo definió como "ídolo de varias generaciones" y "una estrella a la que la fama no se le subió a la cabeza". La jefa de la oposición, Angela Merkel, destacó: "No fue sólo un extraordinario campeón, sino un valiente patriota alemán. Durante los tiempos horribles del nacionalsocialismo salvó a muchos judíos y enemigos del régimen de la deportación a los campos de concentración".
Schmeling fue el primer europeo que consiguió el 12 de junio de 1930 el cinturón de campeón del mundo de los pesos pesados al derrotar a Jack Sharkey por descalificación en el cuarto asalto. Dos años después perdió el título a los puntos contra el mismo contrincante. Su noche de gloria llegó en Nueva York el 19 de junio de 1936 al ganar por KO en el 12º asalto al hasta entonces imbatido Joe Louis, el bombardero de Detroit.
Los nazis quisieron convertir a Schmeling en el símbolo de la superioridad de la raza aria, pero él se negó a representar ese papel. Dos años después perdió el título. En el combate de revancha sólo pudo resistir durante 240 segundos, menos de un asalto, los puños de Joe Louis, del que fue amigo hasta su muerte. El combate lo siguieron todos por radio en Alemania, incluido el mismísimo führer Adolf Hitler. Años después Schmeling dijo que la derrota tuvo una parte positiva: impedir que los nazis lo utilizaran.
Reclutado para el Ejército, tuvo que incorporarse como paracaidista durante la II Guerra Mundial y cayó herido en la isla griega de Creta. Después de la guerra se vio obligado de nuevo Schmeling a descolgar los guantes para ganarse la vida. Se retiró el año 1948 a punto de cumplir 43 años. El balance de su carrera fue de 56 victorias, 38 antes del límite, 4 combates nulos y 10 derrotas.
Tras la retirada inició varios negocios y ganó mucho dinero con sus libros, como modelo publicitario y como representante de una bebida carbónica de color oscuro y procedencia norteamericana. Se casó en los años treinta con una famosa actriz de cine nacida en Checoslovaquia, Anny Ondra, y formaron durante más de medio siglo una pareja de ensueño para los medios de comunicación. Ondra murió el año 1987 y Schmeling se encerró cada vez más en su casa cerca de Hamburgo.
Una muestra más de su generosidad y buen corazón quedó de manifiesto con la ayuda prestada a su antiguo rival Joe Louis que estaba en mala situación económica. Se dice que Schmeling incluso pagó su entierro. No tuvo hijos y entregó su dinero a una fundación benéfica que ayer comunicó su muerte. Desde las pasadas navidades, Schmeling sufría un fuerte resfriado; después entró en coma y murió sin poder realizar su sueño de llegar a cumplir un siglo de existencia. Le faltaron 238 días, pero ya entró en la gloria de los grandes ídolos.-
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