Nómadas, de hotel en hotel

Creían que faltaba menos para volver a casa, pero los vecinos alojados en el hotel Alimara no sólo no pudieron regresar, sino que fueron trasladados a otro establecimiento en Sant Gervasi, mucho más lejos de sus hogares y sus trabajos. Se desesperaron de nuevo cuando el telediario mostró las imágenes de un nuevo socavón.

A media mañana llegaron los concejales del Ayuntamiento barcelonés Imma Mayol y Francesc Narváez. Cundieron los nervios, pero a las 30 personas que les escuchaban les costó serenarse. "¡No nos dicen nada sobre lo que está pasando en el subsuelo! Aquí hay algo muy gordo y no nos lo quieren contar", afirmó Gema Velasco, vecina de la calle de Sigüenza.

Enseguida abordaron a preguntas a los concejales. "Lo sentimos, pero no tenemos más información", se disculpó Mayol muy afectada por el bajo estado de ánimo de los vecinos.

"Si nos vamos a otra parte, vamos todos", decidieron los evacuados. Se propuso que los alojados en el hotel Catalonia, en la calle de Balmes, también fueran a la nueva ubicación.

A las siete de la tarde el vestíbulo del hotel Suite se llenó de bolsas, mochilas, maletas y hasta ordenadores personales. Al miedo acumulado durante la mañana se añadieron el trajín y las complicaciones personales de cada desalojado. La mayoría trabaja en el barrio y les resultarán difíciles los desplazamientos.

Los problemas de cada uno los tratan los asistentes sociales. "Sois más de mil, pero sabemos vuestros nombres, hemos llorado con vosotros y sabemos que no podéis dormir", les recordó una trabajadora social. "Si el problema no eres tú, que eres muy buena, ni estos concejales, que son los que dan la cara cada día. ¡Es porque no viene quien tiene la información!", remachó un vecino.