Camps advierte a los altos cargos que 2005 es "un año clave" en su gestión

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, reunió ayer a los altos cargos para advertirles de que 2005 es "un año clave" en su gestión y reclamarles solidaridad de equipo para sumar nuevos apoyos al proyecto que lidera el dirigente popular. "Quiero que todas las líneas [del Gobierno] funcionen con el mismo objetivo", dijo Camps, que reclamó: "Tenéis que transmitirles a todos que este es nuestro gran año".

El responsable del Gobierno valenciano llenó ayer el Salón Dorado del Palau de la Generalitat con los altos cargos de su Gobierno. Primero se proyectó un vídeo de carácter publicitario con imágenes de la Copa del América, equipamientos públicos, e imágenes de personas en movimiento con la frase "2005 año clave para nuestro futuro" martilleando la práctica totalidad de los planos proyectados. Luego, Francisco Camps se colocó tras un atril y aseguró: "Tenemos las ideas absolutamente claras. Nosotros tenemos la clave para crecer, para prosperar, la clave del modelo institucional y la clave del arco mediterráneo" Una clave justificada por el jefe del Consell en un rosario de indicadores de desarrollo -el índice de producción industrial, las exportaciones, el número de turistas, el consumo eléctrico y el empleo, entre otras cuestiones- que resumió en un ejemplo: si se colocasen en una carretera imaginaria todos los centros de salud y educación realizados, mejorados o proyectados, separados entre sí por la distancia de un kilómetro, se cubriría la distancia entre Valencia y Badajoz.

Camps quiso elaborar un discurso optimista ante los altos cargos de la Generalitat y les pidió que no den por amortizado el potencial de la Comunidad Valenciana que, no por sabido, debe dejar de recordarse. "No hay ningún espacio territorial que tenga una capacidad de futuro semejante", aseveró Camps tras explicar que Castellón, Valencia y Alicante ofrecen tres espacios bien comunicados que permiten la intermodalidad en un espacio de menos de 300 kilómetros. "Es difícil encontrar un territorio que tenga tanto atractivo para vivir como para ser visitado".

El responsable del Ejecutivo valenciano advirtió de que seguirá reivindicando el trasvase del Ebro, pese a que esa reivindicación pueda cansar a la oposición, porque forma parte del proyecto político que desarrolla. "Tenemos una enorme responsabilidad. Hemos consolidado una forma de crecer y ahora nos toca ese esfuerzo fundamental. Eso significa mucha responsabilidad, porque pido que seáis conscientes de que de forma solidaria formáis parte de un equipo humano", recalcó el responsable del Gobierno valenciano.

"Os pido que, [grabado] a fuego, tengáis claro que 2005 es un año clave para una Comunidad clave que está en la clave del arco mediterráneo", sentenció el presidente de la Generalitat.

Por la mañana, Francisco Camps presidió en el Palau de la Generalitat la Fundación Comunidad Valenciana para el V Encuentro Mundial de la Familia previsto para 2006 y que organiza la Iglesia católica. En el acto de constitución de la fundación, al que acudieron el Arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco; la alcaldesa Rita Barberá; y el consejero de Agricultura, Juan Cotino, se decidió nombrar al director del Instituto Valenciano de Finanzas, Enrique Pérez Boada, y al secretario del Arzobispado, Enrique Corbí, comisionados en representación de la Generalitat, Ayuntamiento y Diputación de Valencia, por un lado, y de la jerarquía eclesiástica, por otro.

Previamente, Camps presidió la reunión del pleno del Consell, en la que se aprobó un convenio que permitirá destinar 40.000 euros de Presidencia a la Fundació Vives per l'Humanisme i la Solidaritat -relacionada con Juan Cotino y Enrique Pérez Boada- para desarrollar actividades de investigación, estudio y formación. Entre otros acuerdos, el Ejecutivo valenciano también aprobó el proyecto de ley de Salud Pública.

En la relación de asuntos tratados, el consejero portavoz, Esteban González Pons, denunció ante los medios -poco después de ponerse en contacto con el Ministerio del Interior- el malestar del Consell porque el Gobierno traslade desde Canarias a grupos de inmigrantes hasta Valencia y Alicante. González Pons reconoció que este hecho ya sucedía con los Gobiernos de José María Aznar, pero lamentó que no se les avise con antelación para prever sus necesidades. El consejero admitió desconocer el número y el destino de estos inmigrantes.