"No tengo quejas de mí mismo"
Pregunta. ¿Su pensamiento es esférico?
Respuesta. Pues sí. Diría que muchas veces, sí.
P. ¿Incluso fuera del campo?
R. Incluso fuera del campo.
P. Inter, Barça, Real Madrid. ¿Está acostumbrado a la guerra de las galaxias?
R. Bueno, he estado en los mejores equipos del mundo, y el Real Madrid es el más grande de todos, y donde nos hemos juntado los mejores jugadores.
P. ¿Qué es ser galáctico?
R. No sé. Yo no me considero galáctico. Es un apodo que nos han puesto y que no nos gusta, pero al que la gente se ha acostumbrado.
P. Cuando el Madrid no se come una rosca, ¿le dan ganas de devolver parte del sueldo?
R. No, de mejorar. No siempre vamos a estar al cien por cien y a jugar bien. No vamos a ganar siempre.
P. ¿Cómo ha conseguido hacer en todo momento lo que le sale del gorro?
R. No es así. Yo tengo una disciplina muy rigurosa y un programa muy ordenado. Entreno todos los días. Los días libres, sí, me gusta estar a mi bola y con mi familia, y hacer lo que me da la gana.
P. ¿Le afectan los síntomas de racismo en el fútbol español?
R. No, porque sé que es una tontería de una minoría, que tiene que acabar, porque es algo inaceptable en estos tiempos.
P. Dicen que está intentando limpiar su imagen de golfo y calavera. ¿Cómo lo lleva?
R. Lo llevo muy bien. He cambiado un poco aquí en Madrid. No es que antes llevara una vida exagerada. Lo que pasa es que tengo 28 años, estaba soltero y quería divertirme en los tiempos libres.
P. ¿Se acabaron los cumpleaños con esos autobuses de chicas y chicas?
R. Bueno, la verdad es que no los hubo nunca. Se exageró, una vez más, en un cumpleaños en el que sólo había amigos y amigas.
P. Con la mano en el corazón: ¿se cree Tarzán?
R. No, no. Me creo una buena persona que intenta sacar provecho de su fama para ayudar a quienes más lo necesitan, y disfruto con mi trabajo.
P. ¿Qué hay en su cabeza, balones aparte?
R. Negocios, mi familia... En fin, mil cosas.
P. En lo que llevamos de charla no ha comido nada. No me irá a morder un dedo...
R. Como ves, tengo fama de muchas cosas. Me han llamado gordo y festero. Sales una vez comiendo algo, y ya dicen que comes mucho; y sales en tu día libre, y dicen que sales todos los días.
P. ¿Con qué sueña cuando duerme?
R. Pues sueño muy poco. Y cuando sueño son pesadillas, de terror y horror.
P. ¿Y despierto?
R. Con la paz, con el fin de la pobreza, con niños comiendo todos los días.
P. ¿Hay algo que le guste hacer con la luz apagada?
R. Dormir.
P. "Amable", "cachondo", "cariñoso". ¿Se ve reflejado en estos epítetos?
R. Yo soy lo que soy y la verdad es que, hasta ahora, no tengo quejas de mí mismo. Mis amigos y mi familia están contentos.
P. ¿Qué hay de su punto infantil, de niño grande?
R. Yo soy un niño cuando puedo serlo, cuando tengo ganas de divertirme y de jugar. Y cuando tengo que estar serio o tomar decisiones, pues soy grande.
P. ¿A qué le gusta jugar?
R. A todo. Juego a todo: al póquer, al golf, al billar...
P. ¿Cuál es la parte de su cuerpo que más vale?
R. Para mí, mi cerebro. Para los demás, mis pies.
P. ¿Las fans están de acuerdo?
R. No lo sé.
P. ¿Cree en el erotismo de las cabezas peladas?
R. Puede ser. Las mujeres eligen lo que quieren. Pero yo creo que es mejor cuando conoces a la persona: lo inteligente o lo simpático que eres.
P. Y usted, ¿cómo anda de inteligencia y simpatía?
R. Yo, muy bien. Muy bien, gracias [ríe].
P. Ordene de mayor a menor: Pelé, Cruyff, Di Stefano, Maradona, Ronaldo.
R. Pelé, Maradona, Di Stefano, Cruyff y Ronaldo, por último.
P. ¿Hay algo que querría hacer y no puede?
R. No. Suelo hacer las cosas que me gustan y que quiero hacer.
P. Nada se le resiste.
R. No. Hay maneras de hacerlo todo.
PERFIL
Con 28 años y un hijo, dice que, fútbol aparte, donde más tiempo pasa es en el campo de golf. Va de seriecito y formal ante su segundo matrimonio, aplazado nuevamente por razones burocráticas; le gusta patrocinar proyectos culturales o sociales en su país, Brasil, y cuenta que, en cuanto tiene dos días libres, intenta irse a París o a Londres, sus ciudades favoritas
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