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UGT denuncia a 16 dueños de cortijos por los deficientes alojamientos de temporeros

Ginés Donaire

El sindicato UGT ha presentado ante la Inspección de Trabajo de Jaén 16 denuncias contra los propietarios de otros tantos cortijos de la provincia por no reunir las condiciones para el alojamiento de trabajadores temporeros en la campaña de la aceituna. Estas denuncias, resultado de la visita que el sindicato ha realizado a 87 cortijos, son similares al año pasado y, en la mayoría de los casos, se trata de empresarios reincidentes que, según UGT, "prefieren pagar la sanción antes que dignificar los alojamientos".

El responsable de la Federación Agroalimentaria de UGT en Jaén, Pedro Marcos, señaló que las principales deficiencias detectadas han sido humedades, instalaciones eléctricas en precario, dormitorios sin separar por sexos y mal estado de los aseos.

Además, UGT ha presentado ante la Inspección de Trabajo otras dos denuncias contra empresarios que han contratado a inmigrantes no regularizados. Aunque sólo se han cursado dos denuncias, el sindicato estima que el 80% de los 3.000 inmigrantes que hay en la provincia de manera ilegal son contratados en días sueltos en los tajos olivareros, en unas condiciones laborales y salariales "muy en precario", según Pedro Marcos, que reclamó un mayor número de inspectores de trabajo por entender que no llegan a los núcleos rurales de difícil acceso.

Según la central sindical, la mayoría de esos inmigrantes sin regularizar se desplazarán ahora a Huelva en busca de empleo.

Cuando la campaña de recogida de la aceituna se encuentra ya al 40%, UGT ha constatado que en muchos tajos se ha prescindido este año de la contratación de mujeres. "Muchos empresarios prefieren contratar a inmigrantes sin papeles que a mujeres de la zona", señaló Marcos. UGT reclama la creación de una ventanilla única con presencia de las Administraciones central y autonómica y empresarios y sindicatos para regular el mercado de trabajo.

Fuentes sindicales indicaron que a muchos de estos inmigrantes se les está pagando 20 euros por una jornada de sol a sol, cuando el convenio del campo estipula para una jornada de siete horas 38,60 euros.

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