Alicante configura un nuevo eje cultural
Entre el litoral y la ciudad se ha generado una zona dinámica de actividad cultural al margen de las instituciones públicas
Ha sido un fenómeno espontáneo, pero no casual. Al margen de instituciones como la Generalitat, la Diputación o el Ayuntamiento, se está configurando en Alicante un corredor cultural dinámico situado entre el litoral y la ciudad. La calle de San Fernando y sus alrededores albergan varias instituciones que ofertan actividades culturales de diversa índole que demanda un público inquieto y ansioso por disponer de actividades culturales.
Poco a poco, se ha ido diseñando un corredor cultural del que forman parte el Aula de Cultura de la CAM, la sede de la Universidad de Alicante, los distintos colegios profesionales (Arquitectos o Ingenieros) y el Centro Cutural de la Rambla de Bancaixa. Cada uno de ellos organiza, por su cuenta, exposiciones, debates, conferencias, seminarios y presentaciones de libros. La respuesta del público está siendo muy positiva. "Hay una demanda clara y ante eso damos una respuesta concreta", reconoce Gloria Vara, responsable de la Fundación Bancaixa en Alicante. "Es espontáneo, pero no casual", matiza Manuel Alcaraz, director de la Sede de la Universidad, ubicada frente al paseo de Canalejas. Para ellos este eje que se está configurando, y que se completará en breve con la inauguración de la nueva sede del Colegio de Arquitectos en la Plaza de Gabriel Miró, y con la futura rehabilitación de la sede de Correos como espacio universitario, obedece a una "cierta lógica". Alcaraz observa que se ha generado esta oferta cultural en un lugar representativo para la ciudad como es la frontera entre el mar y el núcleo urbano: "Yo hablaría de un litoral cultural que debe generar una sinergia propia". Para Gloria Vara "quizá el perímetro en el que se ha constituido sea fortuito, pero está claro que la ciudad lo demandaba". La responsable de la Fundación Bancaixa destaca el papel que desempeñan, a distintos niveles, las sedes de otros colegios profesionales como el de Abogados o el de Farmacéuticos, que también organizan algunas actividades culturales.
Bancaixa, la sede de la Universidad y varios colegios ofrecen actividades culturales
El director de la sede de la Universidad, que el curso pasado desarrolló más de 500 actos diferentes en la sede la antigua Escuela de Comercio, mira hacia el futuro y apuesta por "añadir nuevos escenarios" y contar con la colaboración activa de instituciones como el Ayuntamiento de Alicante. Manuel Alcaraz aboga por la incorporación de la antigua Estación del ferrocaril de Murcia como polo fundamental de atracción de este corredor, y en el otro extremo, en el Paseíto de Ramiro, dotar de contenido a un centro cultural público.
Pero la configuración de este nuevo espacio urbano juega además un papel vital en la recuperación del centro tradicional. "Es una zona bastante degradada que ahora presenta nuevas expectativas", según sostiene Alcaraz, en referencia a la zona de la plaza de Gabriel Miró y calle de San Francisco y adyacentes. "Sin ser conscientes plenamente de ello, hemos creado un espacio en el que la política es para los ciudadanos", concluye Gloria Vara.
Cada institución se ha especializado y ofrece una programación diferenciada. El Aula de Cultura de la CAM acoge conciertos, teatro, seminarios y conferencias de cierto nivel que han traído hasta Alicante a Juan Marsé, o Vargas Llosa. La sede de la Universidad amplía su abanico de actos y no sólo alberga decenas de actividades de extensión universitaria y académicas, sino que también acoge a asociaciones culturales y cívicas que en la eede de la Universidad sitúan su lugar de encuentro. Los colegios profesionales organizan alguna exposición, puntual, y actividades para sus colegiados, y el centro de la Rambla de la Fundación Bancaixa dispone de una amplia sala de exposiciones, donde recientemente se han expuesto obras de Picasso, Braque o Miquel Barceló, salas de lectura y estudio y un salón de actos.
Todos reconocen que sería conveniente mayor comunicación entre ellos y colaboración para la difusión y organización de sus actividades, y echan en falta la colaboración e incorporación de las grandes instituciones, como la Generalitat, que en Alicante limita su aportación cultural a la Sala Arniches. La Diputación, desde hace años, proyecta rehabilitar el Palacio Bardín, en la misma calle de San Fernando, como sede del Instituto Gil-Albert y el nuevo Museo de Bellas Artes de Gravina queda en la periferia de este corredor. Mientras esta realidad cultural se configura y consolida, el Ayuntamiento prefiere apostar por un Museo de Arte Contemporáneo en el centro.
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