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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Javier Pérez, el presidente que llevó el Tenerife a Europa

Hace años, el entonces secretario de Estado de EE UU, Henry Kissinger, interrumpió una reunión con una delegación española para conversar unos minutos con un grupo de políticos y empresarios canarios. De lo más que se habló fue de fútbol. Kissinger había sido uno de los 140 millones de telespectadores que había visto la retransmisión de los octavos de final de la Copa de la UEFA entre la gigantesca Juventus y un modesto equipo llamado Club Deportivo Tenerife. Al frente de aquel club con aires de grandeza se encontraba Javier Pérez y Pérez, uno de los grandes visionarios del fútbol español.

Para la historia del fútbol español queda como el primero que sugirió la designación de árbitros por ordenador y no a dedo, el precursor de los grandes contratos con la televisión, el inventor de un modelo pionero de sociedad deportiva en el que se atomiza el capital social entre 14.000 accionistas para impedir que el club quedase en manos de grupos de presión.

Animal mediático, líder social, administrador de silencios, negociador nato e implacable, como parte contratante fichó algunos cracks, como Fernando Redondo o Roy Makaay, otras figuras muy populares como el panameño Romel Fernández o los argentinos Óscar Dertycia y Juan Antonio Pizzi, y entrenadores de la talla de Benito Joanet (temporada 1988-89), Vicente Miera (1989- 90), Xavier Azcargorta (1990- 91), Jorge Solari (1991-92), Jorge Valdano (1992-94), Jupp Hein-kens (1994-96), Víctor Fernández (1996), Juan Manuel Lillo (1997-98), Ángel Cappa (2000), Rafa Benítez (2000-01) y Javier Clemente (2002), entre otros.

Javier Pérez nació en Barlovento (La Palma), vivió en la Cuba de Batista y regresó a Granada. Ginecólogo, profesor en la Universidad de La Laguna y propietario de una cadena de ópticas, a los 40 años accedió a la presidencia de un CD Tenerife, El Tete como se le conoce popularmente en la isla, en Segunda División B y con 300 millones de pesetas de deuda. Era 1986. Al año siguiente, subió a Segunda y en 1989 a Primera.

De la mano de su inseparable director deportivo Santiago Llorente, comenzaron los ocho años más gloriosos de la historia de un club nacido en 21 de noviembre de 1912. En 1991, Valdano salvó la categoría en siete partidos. En el octavo y último encuentro, contra el Real Madrid, en la pequeña bombonera que es el Heliodoro Rodríguez López, privó al Madrid del triunfo en el campeonato. Repitió la gesta en el último partido de la Liga siguiente. En 1992, El Tete llegó a octavos de final de la UEFA y cayó ante el Juventus. En 1996 alcanzó las semifinales, donde perdió ante el alemán Schalke 04.

Entonces era un club con un presupuesto de 5.000 millones de pesetas, pero aquella derrota también marcó el comienzo del fin de la era Javier Pérez. En 1999 descendió. Rafa Benítez lo volvió a colocar en Primera en 2001, pero regresó a Segunda hasta hoy. En diciembre de 2002 presentó Tinerfia, un ambicioso proyecto de parque empresarial. La junta general de accionistas no lo escuchó. Le dio la presidencia al actual equipo liderado por Víctor Pérez Ascanio, que, además, presenta una querella contra el expresidente por posibles irregularidades contables.

El actual CD Tenerife cuenta con 18.000 accionistas, un estadio moderno y una ciudad deportiva, pero está ahogado por una deuda superior a los 40 millones de euros. Con 58 años, Javier Pérez tampoco venció a una larga enfermedad. Este lunes escuchó el pitido final. Dejó esposa y dos hijas.

Javier Pérez y Pérez.
Javier Pérez y Pérez.

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