El Estudiantes calma sus penas
El Estudiantes calmó las aguas que le salpicaban por la crisis desatada en el seno de la directiva con un partido repleto de buenas noticias deportivas, como la amplia victoria cosechada ante un rival de la talla del Tau, la resurrección de Nikola Loncar, el rendimiento de Rubén Garcés (28 puntos), el compromiso colectivo y el maravilloso talento de Sergio Rodríguez.
Los protagonistas de una de las semifinales 2003-04 volvieron a encontrarse en circunstancias muy distintas a las del pasado mayo, sobre todo, los locales. La crisis abierta esta semana en la directiva colegial enrarecía el ambiente, aunque luego todo se quedó en unos cuantos gritos y una pancarta de la Demencia para pedir la dimisión de la directiva en pleno. Lo importante en el terreno deportivo, para ambos, estaba sobre la cancha. Para el Estudiantes porque otra derrota agravaría su situación tanto en la Liga como en los despachos; para el Tau, porque había perdido dos de sus tres anteriores encuentros en la ACB y la derrota del Barcelona en Alicante le daba la posibilidad de aproximarse de nuevo a la cabeza.
A. ESTUDIANTES 101 - TAU VITORIA 86
Adecco Estudiantes: Azofra (10), Jasen (8), Jiménez (14), Patterson (7), Garcés (28); Loncar (18), Rodríguez (4), Iturbe (5), Vidaurreta (0) y Misó (7).
Tau Vitoria: Calderón (19), Hansen (10), Vidal (9), David (0), Scola (14); Betts (10), Macijauskas (15), Gabini (6) y Quintero (3).
Palacio Vistalegre. 11.500 espectadores.
La dirección de José Manuel Calderón, cuyo estado de forma y su jerarquía dentro de la pista le convierten, hoy en día, en el mejor base español de la Liga, lanzó al Tau en colaboración con Travis Hansen. La formación vitoriana almacenó siete puntos de diferencia a los nueve minutos (15-22) contra un rival que dependía para producir en ataque, casi exclusivamente, del panameño Rubén Garcés -anotó 15 de los primeros 18 puntos locales-. El ambiente en la grada rozaba el cero. Pero se preparaba la reacción del Estudiantes y del público de la mano del talentoso base canario, Sergio Rodríguez y de Nicola Loncar, que recuperó el idilio con el aro y aseguró el mando colegial en el descanso, 47-45. El pulso de los dos primeros cuartos desembocó en un choque igualado, con los dos adversarios en un palmo de terreno. El Estudiantes, agarrado a Garcés y Loncar; el Tau a Calderón y los triples. Sin embargo, el arranque estudiantil del último tramo agotó la reserva de aire del bloque alavés. Dos posesiones magistralmente resueltas por Nacho Azofra, un triple de Iker Iturbe y otro de Andrés Misó, decidieron.
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