El Valencia llega encogido a su cita con el Inter

Una ola de pesimismo invade al Valencia, que llegó ayer a Milán abrumado por los malos resultados, las lesiones (ayer cayó el central David Navarro) y el delgado hilo del que pende el entrenador, Claudio Ranieri. Dadas las circunstancias, el Valencia trata de salvar lo que pueda del naufragio y esperar a que regresen los lesionados (Ayala, Vicente y Aimar) para recuperar la fisonomía de principios de temporada. Las posibilidades de seguir en la Champions pasan por ganarle hoy al Inter en San Siro, pero el cuadro de Ranieri llega encogido, como si le viniera grande, a la espera casi de un milagro. Ni siquiera sería un ultimátum para el técnico italiano, que sí vería su última oportunidad la próxima jornada de Liga ante el Getafe a domicilio. El Valencia ya ha empezado a mirar el mercado de entrenadores y hay alguien del gusto del nuevo presidente, Juan Soler: el argentino Héctor Cúper, un viejo conocido, que rescindió su contrato con el Inter y no acaba de firmar con el Mallorca ni con el Florentina, los dos clubes que han tratado de contratarlo.

El Inter, por su parte, vive su particular esquizofrenia. Es una máquina casi perfecta en la Liga de Campeones, pero no funciona en la Liga, que, casualmente, es su objetivo principal. En nueve jornadas, el conjunto de Mancini ha ganado dos partidos, ha empatado siete y está a 12 puntos de la Juve. La hinchada interista ha comenzado a repetir el rito anual de su frustración: no gana el scudetto desde 1989. "En Europa jugamos mejor", explicó ayer Mancini, "porque los rivales nos dan más espacio y nosotros arriesgamos más". El técnico interista afirmó que esperaba a un Valencia "muy ofensivo".

Inter: Fontana; Zé Maria, Córdoba, Materazzi, Javier Zanetti; Stankovic, Cambiasso, Davids, Verón; Adriano y Vieri.

Valencia: Cañizares; Curro Torres, Marchena, Caneira, Carboni; Rufete, Albelda, Baraja, Angulo; Di Vaio y Mista.