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Entrevista:J. FERNÁNDEZ PALACIOS | Poeta y director de 'Campo de Agramante' | Signos

"Los políticos no deben inmiscuirse en revistas culturales"

Jesús Fernández Palacios (Cádiz, 1947), autor de los libros de poemas De un modo cotidiano y Signos y segmentos, redujo al mínimo su faceta creativa y comenzó a impulsar proyectos culturales. Subdirector de RevistAtlántica de Poesía, director de la revista Campo de Agramante (dependiente de la Fundación Caballero Bonald), cuyo número 4 se presentó ayer en Jerez, y director también de la colección Libros de bolsillo de la Diputación de Cádiz.

Pregunta. ¿Cómo compatibiliza sus trabajos?

Respuesta. RevistAtlántica es un largo viaje que empezó en 1991. Hay una experiencia acumulada, muchos contactos y una gran compenetración entre el director, José Ramón Ripoll, y yo. Esa experiencia me ha servido para aceptar esta nueva responsabilidad, pero si no fueran productos completamente distintos tendría que dejar uno de los dos.

P. Caballero Bonald suele insistir en que lo peor que puede ser una revista es "municipal".

R. Es importante que los responsables políticos que patrocinan estos empeños no se inmiscuyan para nada. La Diputación de Cádiz ha sido siempre muy respetuosa y generosa con nuestra línea editorial y lo mismo la Fundación Caballero Bonald.

P. ¿Las fundaciones sintetizan política y cultura?

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R. Una Fundación como la de Caballero funciona de una manera muy equilibrada y eficaz. Depende económicamente de los patronos y, a la vez, mantiene una independencia que no defrauda a las instituciones. También está la figura del mecenas privado, que casi no se da, y que promueve iniciativas loables pero difíciles de sacar adelante. La combinación ideal, en mi opinión, sería la de la iniciativa privada con la ayuda pública.

P. En la provincia de Cádiz hay muchas fundaciones, pero falta la dedicada a Ory.

R. Puesto que en la capital no existe ninguna, la fundación Carlos Edmundo de Ory debería funcionar por naturaleza. Desde hace varios años, algunos amigos hemos intentado ponerla en marcha, primero a través de la Universidad y luego, con la Diputación, aunque el proceso no ha prosperado. Sus albaceas y su familia ven que el tiempo pasa y que no se concreta nada, pero habría que aunar la voluntad de todas las partes. Su legado literario no puede ni debe quedarse en Francia.

P. ¿Le tienta volver a publicar sus obras?

R. Por supuesto que sí, pero no depende sólo de mí. Lo cierto es que en poesía hace tiempo que casi no tengo nada nuevo que ofrecer, aunque no descarto reunir lo que considero mejor en un solo volumen, incluyendo poemas dispersos y textos que se han escrito sobre mi poesía. También me gustaría reunir ensayos y artículos con un motivo común. Lo haré.

P. Usted también dirige una colección de libros de prosa y poesía. ¿Hace un balance positivo de este esfuerzo?

R. La colección Libros de bolsillo está bastante consolidada y pretendo abrir las próximas ediciones a autores no gaditanos, pero relacionados de algún modo con este entorno. También tengo en cartera algún nombre para iniciar una línea de ensayo. Es importante subrayar que, cuando una institución trata con cariño un proyecto editorial, como ha sucedido con el Diario de Ory, la rentabilidad política es incuestionable. No hay que ser tímido ni pacato a la hora de acometerlo. Fíjese que ahora está en marcha un compromiso para publicar, también en la Diputación de Cádiz, toda la prosa de Caballero Bonald, quien me ha pedido que cuide la edición. Si se consolida esto, será otro gran acierto institucional y para mí un privilegio como lo fue ocuparme del Diario de Ory.

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