_
_
_
_
_
FÚTBOL | Fase clasificatoria para el Mundial: España-Bélgica

Pablo pasa en dos años de Tercera al equipo nacional

A Pablo Ibáñez (Madrigueras, Albacete; 1981), el elegido a última hora por Luis Aragonés para sustituir en la concentración de la selección al bético Juanito, que padece una elongación del muslo izquierdo, le llaman El Lenguas porque salta con la boca abierta, "arriesgándose a que se la partan". Lo cuenta David García, uno de sus mejores amigos y utillero del Albacete, el club en el que debutó en 2002 de la mano de César Ferrando en la Primera División. "Me pidieron que le echara un vistazo y dije que me lo quedaba", explica ahora el actual técnico del Atlético, el mismo que se empeñó en traerse al espigado central (1,92 metros) a Madrid: "Es lo único que pedí con nombre y apellido, a Pablo". Para Ferrando, Pablo tiene todas las cualidades que requiere su puesto: mucha velocidad, anticipación, inteligencia para no complicarse y cuerpo.

Más información
Luis apela a "los códigos del fútbol" para justificar su comentario racista

Pero no siempre le marcharon tan bien las cosas al zaguero. Criado en el municipio madrileño de Leganés en una "familia humilde", como la describe uno de sus compañeros de vestuario, llegó al Albacete con 14 años. Su familia procedía de un pueblo de la provincia y conocía a alguno de los técnicos del club. Pero eso no le sirvió para evitar un tour de cesiones a equipos de Tercera, como el Caravaca. "Lo mandaron a hacer puñetas. Entonces el bueno era su compañero de zaga en el juvenil", comentan desde el club manchego. Fue Antonio López Alfaro, director deportivo del Albacete, quien se empeñó en que Ferrando "tenía que probar al chaval".

Miquel Buades compartió la temporada pasada la línea de centrales del Albacete con Pablo: "Es muy sencillo describirle: es lo peor que le puede pasar a un delantero". El central mallorquín del equipo manchego asegura no haber visto "nunca" a ningún rival de Pablo "aventajarle en una carrera ni un centímetro". Para su ex compañero, ésa es la clave del juego de Pablo. "Con lo alto que es, además tiene una velocidad endiablada y eso son demasiadas ventajas juntas sobre un delantero", explica.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_