Muros modernos para un castillo medieval
POUSADA FLOR DA ROSA, un fin de semana de historia y arquitectura en Crato (Portugal)
Erase un virtuoso caballero de los de alcuza llena y gabán caído cuya vida se extinguía víctima de una enfermedad incurable. Galenos, curanderos y santones se afanaban inútilmente en aliviarle con sus lenitivos, hasta que un día se presentó una bellida dama en el alminar con una rosa en la mano. El olor de sus pétalos sanó al paciente, pero la doncella murió al poco. Desolado, el caballero enfermó de nuevo. Sus dos últimos deseos fueron que le acercaran la flor de su amada al lecho y que, en su recuerdo, el castillo se llamara Flor da Rosa.
Así la leyenda dora de romanticismo una de las pousadas más atrevidas desde el punto de vista arquitectónico que hoy tiene Portugal. Almenas, torreones, barbacanas y troneras destierran toda idea de modernidad si el bastión conventual de la Orden de Malta, erigido en la segunda mitad del siglo XIV por el prior Álvaro Gonçalves Pereira, quiere contemplarse desde las planicies del Alentejo. Pero, una vez franqueado el arco por el que antaño entraban y salían los hospitalarios de San Juan de Jerusalén, todo lo que destella intramuros lleva la firma del arquitecto portugués Carrilho da Graça, audaz en la percepción utilitaria de la tecnología, cartujo -o minimalista- a la hora de reafirmar la simplicidad característica de la arquitectura medieval. Sus propuestas estilísticas emocionan.
POUSADA FLOR DA ROSA
Categoría: 4 estrellas. Dirección: Mosteiro da Flor da Rosa. Crato (Portalegre). Teléfono 00 351 245 99 72 10. Fax 00 351 245 99 72 12. Central de reservas 902 33 63 63. 'Web': www.pousadas.pt. Instalaciones: jardín, piscina, salón con chimenea, salón de billar, sala de convenciones (60 personas), bar, restaurante. Habitaciones: 24 dobles con baño, calefacción, aire acondicionado, teléfono, minibar, radio, secador de pelo, albornoz. Servicios: no hay facilidades para discapacitados, no admite perros. Precios: temporada alta, 190 euros + 7% IVA; temporada baja, 125 + 7% IVA; desayuno incluido; seis cheques de cuatro noches en habitación doble, desayuno incluido, por 397 euros. Tarjetas de crédito: Diners Club, Master Card, Visa.
Arquitectura ... 9
Decoración ... 9
Estado de conservación ... 8
Confortabilidad habitaciones ... 8
Aseos ... 7
Ambiente ... 10
Desayuno ... 6
Atención ... 9
Tranquilidad ... 10
Instalaciones ... 8
Como dos piezas de un puzzle, la construcción antigua y el ala nueva encajan sin violencia ni artificio. Un laberinto de patios, arcos, dinteles, zócalos y escaleras definen el uso de los espacios comunes: la Sala do Capitulo y el restaurante. Arriba, en su alambicada geometría, las habitaciones pugnan por retener al huésped entre las sábanas, dulces, el paisaje mural, abstracto, y la perspectiva del jardín y el campo alentejano atrapada en la retícula de los ventanales. A costa de estirar el bolsillo, cualquiera de las alcobas encajadas en sus tres torres gozan de unas vistas únicas sobre el humilde caserío de Crato, además del privilegio que supone dormir entre sillares desnudos. La 401, preferida entre las preferidas, resuelve la vacuidad de su altura mediante una bóveda invertida y un juego de escayolas que integra el aire acondicionado y lo dirige a la pared, no hacia el durmiente. Un pasadizo oculto comunica la estancia con una terraza porticada a la que también se accede desde el cuarto de baño.
La rehabilitación arquitectónica adquiere aún mayor relevancia en el área de la piscina, y los corredores exteriores, apantallados por un muro de increíble pureza axonométrica, deslumbrante al sol. Nacida del rigor y la necesidad, no como una vicisitud estética, la arquitectura de Carilho ha inspirado la última reclasificación de las Pousadas de Portugal bajo el distintivo Históricas Design.
EL ARQUITECTO DEL 'REMONASTERIO'
SOBRE LOS paramentos medievales de esta fortaleza, destinada a ser sede de los caballeros de Malta, se incrustan otros de diseño actual que interpretan el edificio original. Proyecto del arquitecto João Luís Carrilho da Graça para la cadena Pousadas de Portugal, su vanguardismo ha quedado para la posteridad en lo que algunos denominan el remonasterio, un monumento sobre otro. La intención reside en obtener la máxima expresividad de los elementos arquitectónicos tradicionales a través del relieve minimalista y actual. Tres años después de proyectar esta pousada, Carrilho da Graça era aclamado en la Exposición Universal de Lisboa por su Pabellón de los Océanos, con el que obtuvo el Gran Premio del Jurado 1999 concedido por el FAD.
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