Petróleos con alto secreto
La compañía canaria ha enmudecido aún más. Aunque sus responsables lo niegan, DISA es conocida entre sus colegas como una de las empresas españolas más autistas. No cotiza en Bolsa, no se pueden obtener fotografías de su consejo de administración, ni siquiera del presidente, Demetrio Carceller. Tampoco tiene una página web que informe mínimamente sobre sus actividades, ni un gabinete propio de comunicación. Sus responsables en las islas rechazan todo tipo de llamadas. Para la operación de compra de las estaciones Shell en España, DISA ha contratado los servicios de la consultora Burson and Marsteller, uno de los gabinetes de comunicación más importantes del mundo, al que acuden empresas vinculadas a grandes operaciones financieras, además de fabricantes de reactores nucleares, empresas químicas y petroleras vinculadas a grandes catástrofes. Igualmente destacan como expertos en contrarrestar las inquietudes generadas por grupos de activistas a cualquier tipo de proyectos.
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