Violentos combates en Bagdad causan decenas de muertos

Bagdad se convirtió ayer en zona de guerra. Tres coches bomba en distintos barrios de la capital iraquí y un cuarto contra la siniestra prisión de Abu Ghraib, en las afueras; un ataque con granadas de mortero contra la zona donde se encuentran la Embajada de EE UU y la sede del Gobierno iraquí y varias horas de combates en la céntrica calle Haifa causaron más de 20 muertos y un centenar de heridos. En la localidad de Ramadi, 80 kilómetros al oeste de Bagdad, los enfrentamientos dejaron 10 muertos y 40 heridos.

En la calle Haifa, en pleno centro de Bagdad y donde delincuencia y resistencia van de la mano, los insurgentes mantuvieron en la madrugada una guerra urbana con las tropas norteamericanas apoyadas por vehículos blindados Bradley y helicópteros. Cuando amainó la lucha, tres horas después, y decenas de iraquíes celebraban la destrucción de un Bradley, un helicóptero norteamericano disparó un misil contra el vehículo para evitar su saqueo. El resultado fue 13 muertos, dos de ellos niños, y 61 heridos. Entre los fallecidos se encuentra el productor palestino Mazen Tomeizi, de la cadena de televisión Al Arabiya, alcanzado por los fragmentos del misil cuando filmaba a la multitud.

Mientras, en el resto del país se sucedieron los ataques contra las tropas extranjeras. Tres soldados polacos murieron y otros tres resultaron heridos cuando su convoy fue atacado en una emboscada cerca de Hilla, en el sur de Irak. En Samarra, al norte de Bagdad, en el llamado triángulo suní, un coche bomba contra un convoy estadounidense mató a dos iraquíes. La jornada, una de las más violentas de las últimas semanas, se saldó con más de 40 muertos.

El primer ministro iraquí, Ayad Alaui, aseguró ayer que ya son más de 3.000 los iraquíes que han muerto en atentados.