Una reyerta en Lloret se salda con un herido de un navajazo en el estómago

Durante la madrugada del pasado sábado, un joven de unos 20 años fue apuñalado en el estómago tras una reyerta en la polémica zona de la riera de Marlés de Lloret de Mar (Selva), el mismo escenario de la batalla campal mantenida por unos 200 jóvenes borrachos a mediados de agosto. Los mossos explicaron ayer que se ha abierto una investigación pese a la "poca colaboración" del joven herido y sus allegados.

El suceso, que no ha trascendido hasta una semana después, no responde, según los Mossos d'Esquadra, a la tipología de incidentes de la zona. La víctima es hasta el momento, de acuerdo con los datos que obran en poder de la policía autonómica, el único herido en una pelea en Lloret que ha requerido asistencia hospitalaria.

La investigación del caso no considera determinante que antes de la agresión se iniciara una discusión entre un grupo de estética skin y otro de origen suramericano en la que se vieron implicados una veintena de jóvenes.

La hipótesis policial apunta hacia un motivo banal centrado en la discrepancia de dos personas. Tras la discusión, el agresor acechó durante un trecho a su víctima, perteneciente al grupo de estética skin, y cuando estaba desprevenida le asestó lo que en un primer momento pareció un puñetazo en el estómago. No obstante, la sangre que pronto se hizo visible evidenció que se trataba de una herida de arma blanca.

El joven, originario de Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat), fue ingresado inmediatamente en el hospital comarcal de Blanes e intervenido de urgencia. El herido, que aún permanece en el centro hospitalario, evoluciona favorablemente.

Unos testigos del incidente avisaron a los Mossos d'Esquadra, quienes también recibieron notificación del centro hospitalario. No obstante, cuando llegaron al lugar el presunto agresor ya había huido. El gentío que en el momento del incidente se encontraba en la riera, una zona que concentra buena parte del ambiente nocturno de la población, y las pobres descripciones facilitadas por los testigos del apuñalamiento dificultan las pesquisas policiales. El hecho se produjo tras un incremento de las dotaciones policiales en la zona de la riera, en previsión de nuevos altercados multitudinarios, y en un momento de enorme sensibilidad hacia lo que la consejera de Interior, Montserrat Tura, definió como "turismo de borrachera".