Emilio Gijón, una voz legendaria de la radio
Emilio Gijón Crespo tenía sólo 15 años cuando en el coso de San Agustín de Linares (Jaén), su pueblo natal, el toro Islero acabó con la vida del torero más famoso de la España de mediados de siglo XX, Manuel Rodríguez, Manolete. Posiblemente aquel acontecimiento marcó decisivamente la afición taurina del que, con los años, se convertiría en uno de los locutores que mejor ha narrado la historia taurina de este país en las últimas décadas, una pasión que supo combinar como muy pocos con su apego al mundo del deporte.
Emilio Gijón Crespo falleció el pasado martes 17 de agosto a la edad de 72 años, de los que más de la mitad ha sido una figura indiscutible de las ondas, especialmente en la que fue su casa durante buena parte de su trayectoria profesional, Radio Linares, de la cadena SER, la emisora que, desde la tradición histórica de la radiodifusión española, es la decana de la provincia de Jaén, con más de setenta años de vida.
Emilio Gijón nació en 1932 en la linarense calle de Baños, y con sólo 15 años ya empezó a dejar constancia de su talento en las ondas. Fue en la popular emisión infantil Radiochupete. Pero aquel joven que ya entonces apuntaba alto se hizo adulto ligado a la realidad social de Linares.
Además de convertirse en una de las voces más emblemáticas de la radio, dio cuenta al exterior de todos los acontecimientos deportivos, taurinos y sociales como corresponsal de los diarios Jaén, Ideal, Marca, Mundo Deportivo, Dicen o las agencias Efe o Logos. Así, hasta terminar como colaborador del programa taurino Clarín, de Radio Nacional de España, hasta los últimos días de su vida.
Durante buena parte de la segunda mitad del pasado siglo Emilio Gijón fue testigo de acontecimientos como el declive de las minas de plomo de Linares y Sierra Morena, de los momentos de zozobra en la industria automovilística Santana Motor y, sobre todo, contó con la pasión de buen linarense en el Carrusel Deportivo de la SER los ascensos y descensos del Linares CF, y, muy especialmente, fue testigo año tras año de la célebre feria taurina de San Agustín, que cada año rinde tributo a la memoria de Manolete.
A él se deben también programas que cosecharon un gran éxito, como el deportivo Stadium o el taurino Sangre y arena, hoy día aún en antena. Se jubiló en el año 1992 y, desde entonces, compaginó sus colaboraciones radiofónicas con su otra pasión, la pintura.-
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