El interruptor de la luz
Sarai se asoma a esta página con su amiga del alma Alejandra, en el recuadro siguiente. Lucen juntas en el periódico porque son inseparables, y nosotros no las vamos a desunir. Vienen de la Amazonia ecuatoriana. Sarai explica su odisea: "Llegamos a Barcelona y no teníamos sitio donde dormir y ya era medianoche en un paseo largo y oscuro [La Rambla] que acaba con una estatua [Colón]". Allí estaban 22 jóvenes ecuatorianos sin saber dónde ir ni qué hacer, hasta que se tropezaron con un compatriota que se llevó a todos a dormir a su casa. "Aquí hay muchos ecuatorianos que vienen a trabajar, y hay muchos más en Estados Unidos, Canadá, Bélgica e Italia", explica Sarai. En 2001, el sucre, la moneda del país, dejó de circular y en su lugar apareció el dólar. Desde entonces "Ecuador es uno de los países más caros de Latinoamérica", afirma Sarai, y la emigración de su población es imparable. "El último que se vaya, que apague la luz", dice una pintada en un muro de una calle de Quito, la capital.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.