Una chacha chachi que te achuche bien
Uno. A lo tonto a lo tonto, han pasado más de cuarenta años desde el estreno en Broadway de A Funny Thing Happened on the Way to the Forum, la presentación de credenciales de San Stephen Sondheim. Forum no sólo era "el abuelo de The Producers", como dice Michael Billington, sino algo mucho más arriesgado: un musical experimental, que conjugaba elementos de farsa y vaudeville con una partitura y unas letras sofisticadísimas. Feydeau hubiera firmado gustoso la endiablada trama de Forum, una ensalada César de textos de Plauto que Burt Shevelove y Larry Tootsie Gelbart tardaron cuatro años en cocinar hasta convertirla en el equivalente de un reloj suizo, mientras Sondheim daba un doble salto mortal más allá de la Escuela Rodgers & Hammerstein, el trampolín donde había aprendido sus primeros volatines. Según sus maestros, toda canción debe hacer avanzar la acción de un musical o desaparecer en Boston. Los números de Forum, por vez primera, operan justamente al revés, como comentarios o respiros del frenesí argumental, pero sin dejar de subrayar la situación o definir a los personajes. Sondheim acota el terreno de juego desde el primer tema, la contagiosa Comedy Tonight: "Nothing with kings / nothing with crowns / bring on the lovers / liars and clowns". Esa tonalidad descastada y sarcástica impregna la partitura, jugando casi siempre a contrapié: un ataque de pánico llega a ritmo de vals (I'm Calm), mientras el tema de amor (Lovely) tiene acentos líricos en su primera aparición e hilarantes en la segunda, en boca de Pseudolus y su compadre Hysterium. Nadie daba un dólar por Forum, pero permaneció tres años en el Alvin Theatre y se llevó ocho tonys, aunque Sondheim ni siquiera fue nominado. No reconocieron su talento hasta el estreno de Company en 1970, y, como suele suceder, los plácemes llegaron con efecto retroactivo: Forum, que había sido calificado de "juerga barata", se convirtió en "el musical más brillante y divertido de la historia de Broadway". La versión española llegó al Maravillas en 1964, protagonizada por un trío de aúpa (Saza, Tip, Coll), con figurines y decorados de Mingote, y en militante clave de revista, el mismo paraguas que acogería a Mario Gas y su troupe de cómicos de la le(n)gua -Gurruchaga, José María Pou, Gabino Diego, Mónica López- cuando en 1993 presentaron un nuevo montaje en Mérida, que luego giró por media España. De ese Golfos de Roma, adaptado por Mario y mi colega barcelonesa Begoña Barrena, sale el bonito título que le he puesto al Pie de esta semana: así traducían, en el más puro estilo Tiovivo, el segundo verso de Everybody Ought to Have a Maid.
Dos. En Londres, Forum fue el vehículo estelar de Frankie Howerd, un rey del pantomime que la estrenó en 1963 y volvió a interpretarla, ya con un pie en el asilo, en 1986. Yo acabo de verla en el Olivier, donde se ha convertido en un triunfo arrasador, la perla de la soberbia temporada de Nicholas Hytner al frente del National y de su política de precios populares. El nuevo amo del espectáculo es Desmond Barrit en el papel de Pseudolus, un todoterreno portentoso. La escenografía de Julian Crouch, por cierto, se diría un homenaje a los cartoons de Terry Gillian para el Flying Circus: ha llenado la sala de recortables con dedos gigantes, estatuas procaces y bustos con ojos desorbitados. Y para no apearnos de los clásicos, las devorables chicas de la banda parecen vestidas por el sastre de Doctor Goldfoot and His Bikini Machine. El arranque es un grand slalom de danza acrobática y gags en cascada, que culmina con toda la compañía, una verdadera máquina feliz, cantando y bailando Comedy Tonight en una parodia romana de A Chorus Line. La trepidación no decae en los cien minutos siguientes, gracias a Sam Kelly (Senex) y Hamish McColl (Hysterium) compartiendo el podio de honor con el gran Barrit. Los máximos responsables de la fiesta son Edward Hall, el hijo de Sir Peter, y Martin Lowe, el director musical, que tiene en su haber los bombazos de Mamma Mia y Jerry Springer The Opera. La única pega de Forum es el sorprendente desajuste en la balanza de canciones: nueve en la primera parte, una sucesión de temazos, y tan sólo cuatro en la segunda, más el reprise de Comedy Tonight. Pero la verdad es que uno no se da cuenta del nueve a cinco hasta que está fuera del teatro: en la segunda parte, el slapstick es vertiginoso y la franchachela alcanza cotas tan espumosas que sólo puedes sentirte agradecidísimo de estar ahí. Si este verano viajan a Londres pueden ver Forum hasta el 28 de agosto, y, luego, desde el 14 de septiembre hasta el 2 de noviembre.
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