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Rajoy niega que exista en el PP valenciano una verdadera crisis

Afirma que no tiene "previsto" intervenir para pacificar el partido

El secretario general del Partido Popular, Mariano Rajoy, aseguró ayer que no tiene "previsto" intervenir en la crisis abierta en el seno del PP valenciano por las divisiones entre los partidarios del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el ex presidente del PPCV y actual portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana. "Como no lo tengo previsto será porque no hay una verdadera crisis", remachó.

Preguntado ayer en el Congreso de los Diputados sobre si piensa intervenir en la crisis de los populares valencianos, que se recrudeció a finales de julio con el plante de diputados zaplanistas que no acudieron al pleno de las Cortes, Rajoy contestó que no lo tiene previsto. Ante su escueta respuesta, se interrogó al líder del PP acerca de si aceptaba, al menos, la existencia de una crisis entre los populares valencianos. "Ni me lo había planteado, pero como no lo tengo previsto será porque no hay una verdadera crisis", remachó. Y eso que el pasado 22 de julio, en plena guerra interna entre campistas y zaplanistas, el líder nacional del PP dio su apoyo al presidente de la Generalitat, Francisco Camps. En Valencia, y con Camps a su lado, Rajoy pidió "a todos los militantes que respalden tanto las políticas que, con indudable acierto, está llevando a cabo el presidente de la Generalitat, como que respalden su actuación como presidente del partido".

Rajoy reconoció ese día la existencia de problemas en el PP valenciano y mostró su deseo de que se resuelvan lo antes posible. "Hay problemas", confesó, "me gustaría que se resolvieran a la mayor celeridad y voy a trabajar para que eso sea así". El secretario general de los populares recalcó a continuación: "Camps es el presidente del partido, tiene mi apoyo y el de la dirección nacional".

Hasta ayer, Rajoy no había vuelto a hablar del asunto. Pero es que, entretanto, el líder de los populares se ha tomado unos días de descanso que han incluido un crucero en el yate del presidente balear, Jaume Matas, en el que también iba Eduardo Zaplana. Esos días de descanso en aguas de Baleares, junto a la necesaria búsqueda de apoyos de cara al congreso del partido, en el que Zaplana quiere jugar un papel destacado, parecen haber modificado la percepción de Mariano Rajoy acerca de los problemas del PP valenciano.

Unos problemas que, en opinión del portavoz adjunto del PSPV en las Cortes, Antoni Such, si Camps no resuelve "a la mayor brevedad", derivarán en "una etapa de inestabilidad política absoluta y de dependencia de pactos internos entre las distintas facciones del Partido Popular". Such insistió en que Camps debería plantear una cuestión de confianza para "garantizar si hay o no estabilidad parlamentaria suficiente para gobernar".

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