La 'enfermedad' de los 'cuchillos'

Dice el jefe de los fisioterapeutas de la selección, Miguel Gutiérrez, criado en Lezama, que los jugadores han llegado "cuchillos, enfermos", términos del argot ciclista.

"No trabajamos más aquí que en un club", explica Gutiérrez; "somos cinco fisioterapeutas porque la exigencia es cada día mayor. El propio deportista exige estar al máximo. Hacemos tratamientos de recuperación y regeneración tanto física como psíquica. Es importante la psicología porque tratamos con gente con problemas extradeportivos, familiares, económicos... Tenemos una relación de confianza".

Los fisioterapeutas dependen directamente del médico, Genaro Borrás. Nadie está más cerca de los jugadores que ellos. Algunos, como Raúl con Pedro Chueca, se los llevan de los clubes a la selección. Cada uno dedica media hora a cada futbolista: masajes, estiramientos y ejercicios para mejorar el tono muscular.

"En la pretemporada", sigue Gutiérrez, "se nota más el que ha trabajado bien o mal. Les pasa lo que en el ciclismo se denomina estar enfermo. Tienen una buena tonicidad muscular, no les sobra grasa... Están cuchillos. Coges la piel, la estrujas y por debajo está la aponeurosis [la membrana que envuelve los músculos] sin una gota de grasa, sólo tejido celular subcutáneo. Ese tono muscular bueno, esa elasticidad completa, es la enfermedad que debes tener para competir a este nivel".

Llega un momento en que les resulta menos doloroso correr 90 minutos que ir andando a la compra. "Hay que pasar una fase de dolor", advierte Gutiérrez, "que no de agujetas. Es por el morfotipo del futbolista, que tiene la pelvis muy hacia adelante con una hiperlordosis lumbar, una curvatura hacia adelante. La gran perdedora de esa curva en la columna es la discopatía producida por los esfuerzos. Si eres futbolista de élite y vas a la compra andando, te rompes. O Corres o te sientas. Y esto no se compensa con ejercicios correctores. Se compensa no siendo futbolista".