El 'show' de Safin

El partido fue brillante, épico y emocionante. Pero no habría entrado en los anales de no ser porque al tenista ruso Marat Safin, ex número uno del mundo, se le ocurrió bajarse el pantalón en la pista para celebrar un punto espectacular ganado. Safin, campeón del Open de Estados Unidos en 2000, llegó a la tercera ronda del torneo de Roland Garros a costa de Félix Mantilla, al que derrotó por 6-4, 2-6, 6-2, 6-7 (4-7) y 11-9 en 4 horas y 37 minutos repartidas en dos días: la falta de luz lo había dejado el jueves con 7-7 en la quinta manga.

Cuando a Safin se le ocurrió su osadía, el partido había entrado ya en su parte caliente. Octavo juego del último set. El ruso dispuso de dos puntos de break para el 5-3. Fue entonces cuando corrió hacia una dejada que parecía inalcanzable y no sólo levantó la pelota, sino que ganó el tanto. La acción hizo vibrar al público y produjo incluso la admiración de Mantilla, que le dijo: "Vaya bola que has cogido". Echando una mirada de complicidad al español y ante la estupefacción general, Safin se bajó entonces el pantalón y mostró sus calzoncillos blancos.

"Siempre debe intentarse hacer cosas divertidas"

"No sé por qué lo hice", explicó después safin; "pueden preguntármelo cien veces y siempre responderé lo mismo. Simplemente, lo sentí así. Era un punto que merecía aquello". Lo grave del asunto es que aquella jugada le colocaba con 0-40 para romper el servicio a Mantilla, pero le costó la segunda amonestación, por obscenidad -la primera fue en la segunda manga, cuando comenzó a pegar al suelo con su raqueta tras un fallo- y, en consecuencia, la pérdida del punto. Así que se puso con 15-30.

La cólera de Safin se desató entonces. Su reacción fue fulminante y desmesurada. Sus palabras resonaron en la pista. "¡Pero me has metido un warning [amonestación] por eso!", chilló en castellano -aprendido durante su larga estancia en Valencia- al árbitro brasileño Carlos Bernardes; "sóis todos unos... Dejad de joderme. ¿Hasta cuándo seguiréis jodiéndome?". A la cancha acudió el supervisor Mike Morrisey y el árbitro Bruno Rebeuh para confirmar que la decisión de Bernardes se ajustaba al reglamento. Pero Safin siguió lanzando improperios en ruso, inglés y castellano al árbitro en cada descanso.

Cuando el partido concluyó, ayer, tras lograr la rotura sobre el saque de Mantilla en el último juego, Safin parecía más calmado y salió aclamado por el público. Pero en su conferencia de prensa prosiguió su ataque contra todos los estamentos que rigen el tenis. "Ha ganado todos los puntos en los que se ha bajado el pantalón", le dijo un periodista sabiendo que nunca antes lo había hecho. Y allí comenzó su discurso. "Eso da puntos", comentó; "en serio, fue terrible. Entre todos intentaron destruir el partido. Tenían que demostrar que estaban allí, que no podían permitir aquello. Pero lo que demostraron es que no saben lo que es el tenis, que están por debajo de los jugadores. Me penalizaron con un punto. Ridículo".

Su argumentación se basó en que el tenis es un espectáculo y que cualquier cosa que lo mejore no sólo debe permitirse, sino potenciarse: "Siempre debe intentarse hacer cosas divertidas. Creo que Félix [Mantilla] y yo ofrecimos un espectáculo fantástico y ya ven cómo me han tratado por ese incidente. Tanto la ATP como los árbitros hacen todo lo posible para eliminar el lado divertido del juego. Dirigen el circuito como quieren y cada vez va peor. Hace falta un cambio radical y rápido. No me importa que decir todo esto me cree problemas en el futuro".

Cuando le preguntaron si la bajada del pantalón le había hecho reir, Mantilla respondió: "¡Sí! Fue divertido. Hacía meses que no me lo pasaba tan bien. Es un bonito recuerdo de Roland Garros". Pudo llevarse otro, ya que Safin debió ser descalificado por los insultos al árbitro.Sin embargo, sólo fue multado con 500 dólares "por abuso de raqueta", es decir por el momento en que la emprendió a golpes con ella contra la tierra.