Los problemas de bombeo del colector de Prim causan los malos olores en el recinto

El Fórum no ha solucionado aún el problema del mal olor que los visitantes perciben en ciertos momentos del día en la plaza central. La segunda plaza más grande del mundo es también el techo de la depuradora más grande del Mediterráneo occidental, donde todos los días se tratan más de 550.000 metros cúbicos de residuos. Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona y de la Entidad Metropolitana del Medio Ambiente (EMMA) aseguran que el origen de los malos olores está sobre todo en uno de los colectores de la rambla de Prim a causa de dificultades para bombear.

El proceso de depuración empieza con la llegada de los residuos a través de la red de cloacas, que es la fase de donde procede la salida de malos olores, y acaba cuando entre seis y ocho camiones retiran todas las mañanas los fangos secos para llevarlos a plantas de compostaje.

Tanto la depuradora como la planta de tratamiento de fangos emplean métodos físicos y químicos avanzados para eliminar la peste que ocasionan los residuos, por lo que sus responsables descartan que los procesos que se efectúan en sus recintos causen el olor que sienten los visitantes del Fórum. De hecho, sólo la organización del Fórum sostiene que el olor proviene de la depuradora y considera que va a ser "una cuestión de la que se deberá hacer pedagogía a los visitantes".

Pero ayer al mediodía, cuando los olores persistían, dos operarios de la Entidad Metropolitana de Saneamiento (EMSA) comprobaron que el proceso de lavado de aires residuales funcionaba con total normalidad. El consistorio y la EMMA apuntaron que el principal fallo está localizado en un colector de la rambla de Prim. En ese punto, dijeron esas fuentes, se han acumulado aguas estancadas por "pequeños fallos" con el sistema de bombeo que ya se están afinando. Ello explica, además, que en algunas calles cercanas a Prim el olor a cloacas sea en ocasiones más intenso.

La depuradora subterránea del Besòs limpia todos los días los residuos que generan los habitantes de una zona donde habitan 2,8 millones de personas, a través de un tratamiento preliminar que elimina los sólidos y una decantación primaria que permite que, al final del proceso, el agua que se arroja a 3,5 kilómetros de la costa a través de un emisario tenga el 70% de limpieza. En octubre, la entrada en funcionamiento de la decantación secundaria permitirá que la depuración sea del 92%.

Para eliminar los olores que resultan de la primera fase se utiliza un triple sistema de limpieza. "El método que se sigue es bastante sofisticado si se compara con otras plantas depuradoras. Al estar ubicada bajo un espacio público, se ha optado por duchar los humos residuales con un tanque de ácido sulfúrico, otro de ácido hipoclorhídico y otro más de ácido sódico. Continuamente se controlan los niveles de acidez y de oxidación para evitar que se alteren los niveles adecuados de la mezcla. Por último, se filtra todo por una chimenea, de manera que al final de este proceso conseguimos que la peste sea 100.000 veces menor que al comienzo y que prácticamente desaparezca", explicó el jefe del departamento de explotación de EMSA, Julio Vasco, quien también asegura que hasta el momento no ha habido ningún fallo.

Los fangos que resultan de la depuración primaria pasan a una planta de tratamiento en la que se secan y, tras pasar un lavado físico-químico, se les da una forma redondeada para que puedan ser transportados a plantas de compostaje por medio de camiones. Se precisan entre seis y ocho vehículos para retirar las cerca de 150 toneladas de sólidos diarios. Los camiones llegan siempre a primera hora de la mañana y se marchan antes de que el Fórum abra sus puertas. "Entran temprano, y se dirigen directamente a una sala protegida por cortinas de aire que permiten secuestrar los olores", relata el presidente de la empresa que gestiona la planta de fangos, Metrofang, Josep Maria Galters. Para asegurarse de que no se produzca ningún retraso en este proceso, también se han previsto itinerarios más cortos que, además, procuran que los camiones no se acerquen a la zona del Fórum.