Zaplana aparece junto a Ripoll y elude apoyar a Camps como su sucesor

Eduardo Zaplana, ex presidente del PP de la Comunidad Valenciana, eludió apoyar a Francisco Camps como su sucesor en el cargo. El ex ministro justificó el retrasó de la junta directiva regional en la "necesidad" de buscar una candidatura de "consenso". Zaplana estuvo ayer en Altea junto a José Joaquín Ripoll y los consejeros Gema Amor y Miguel Peralta. Ripoll dijo que tiene ya todos "los avales necesarios" para optar al puesto.

Zaplana intentó presentar una imagen de alejamiento del proceso interno abierto en el partido para dirimir su relevo en la presidencia del PP valenciano. "No estuve en la reunión [en referencia al encuentro organizado por el secretario general adjunto, Ángel Acebes, en Madrid el jueves], porque no tengo la intención de participar en los acuerdos". El portavoz del grupo parlamentario popular en el Congreso insistió en que "aplaudiré la decisión que tomé la Junta Directiva Regional, porque estoy convencido de que el partido hará las cosas bien".

Con todo, el que fuera líder de los populares valencianos, admitió la existencia de discrepancias internas y la necesidad de aplazar la reunión del máximo órgano de gobierno de PP valenciano. "Es una decisión sensata, porque hay que llegar a acuerdos y hacer las cosas de la forma más consensuada y unánime posible. El retraso de la junta será de apenas unas semana", indicó. Zaplana lamentó las filtraciones sobre el proceso realizadas, a su juicio, por militantes poco leales.Eduardo Zaplana visitó ayer la localidad de Altea para presenciar un partido internacional de balonmano y coincidió en el escenario del encuentro, además de con el presidente de la Diputación de Alicante, José José Joaquín Ripoll, con otros altos cargos públicos del PP, entre ellos, los consejeros de Industria y Agricultura, Miguel Peralta y Gema Amor, respectivamente, y el presidente de las Cortes Valencianas, Julio de España.

A su llegada al pabellón polideportivo, Ripoll trasladó a los periodistas el mensaje de los últimos días, es decir, que ni presenta ni retira su candidatura a suceder a Zaplana en la presidencia regional de los populares valencianos. "Ni presento ni retiro mi candidatura, porque no estamos ante un congreso", argumentó.

Ripoll se escudó en que la sucesión de Zaplana "es un asunto que compete a la Junta Directiva Regional", precisó. "Acataré lo que allí se decida". El presidente de la Diputación de Alicante, no obstante, lanzo un claro mensaje sobre sus intenciones. "Tampoco necesito recoger más avales, porque ya los tengo todos", recalcó con rotundidad. Fuentes de su entorno aseguran que Ripoll cuenta ya con más del 60% de los avales de la Junta Directiva regional.

Ripoll consideró lógico el aplazamiento de la junta directiva, "porque se sigue negociando", puntualizó. "En el encuentro de Madrid [la reunión convocada por el secretario general adjunto, Ángel Acebes] no hubo acuerdo, porque de lo contrario no tendría mucho sentido retrasar la junta directiva regional [el encuentro estaba previsto para el próximo martes]", explicó. "Lo normal es que se siga negociando, y me parece bien porque lo importante para todos es que resolvamos de manera razonable esta situación", añadió.

El posible candidato a liderar del PP valenciano reiteró su intervención resaltado que la "Junta Directiva es soberana y el órgano competente para designar el sucesor de Zaplana". Ripoll descartó una crisis en el Gobierno de Camps en el supuesto de que éste quede apeado de la presidencia regional del PP.

Por otra parte, el portavoz adjunto del grupo parlamentario socialista en las Cortes Valencianas, Antoni Such, calificó ayer de "grotesco el espectáculo de división que está protagonizado el PP". "El aplazamiento de la Junta Directiva", añadió, "evidencia que la crisis en el seno del PP se alarga y que los dirigentes de Madrid han sido incapaces de poner orden en las filas valencianas". El dirigente del PSPV subrayó que, a su juicio, la división del PP desautoriza de una forma "rotunda" al jefe del Consell y expresó su inquietud por los efectos de la crisis en los intereses de la Comunidad Valencianas.